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EL CANTO DE LA SIBILA
Informe final Investigación Documental


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Edwin Dávila (Dirección de Fotografía)

Rafael Zuluaga (Producción General)

Modulo Imagen en Movimiento-Video

Pregrado: Comunicación Audiovisual y Multimedial

Facultad de Comunicaciones

Universidad de Antioquia

2012

CONTENIDO:
Pág.


  1. INTRODUCCIÓN 3

    1. TEMA 3

    2. SINOPSIS 3

    3. OBJETIVO GENERAL 3

    4. OBEJTIVOS ESPECIFICOS 3




  1. INVESTIGACIÓN 4




  1. TRATAMIENTO 8




  1. PROPUESTA DE FOTOGRAFÍA 15




  1. PROPUESTA DE SONIDO 16




  1. PROPUESTA DE MONTAJE 17



  1. CONOCE AL EQUIPO Y SU EXPERIENCIA 18




  1. PLAN DE FINANCIACIÓN 23




  1. PLAN DE PROMOCIÓN, DIFUSIÓN Y DISTRIBUCIÓN 23




  1. PLAN DE RODAJE 24



  1. ANEXOS 26

    1. MAPAS 26

    2. FOTOGRAFÍAS 29

    3. CRITICAS Y RESEÑAS 32




  1. BIBLIOGRAFÍA 35



  1. INTRODUCCIÓN

    1. Tema:

La reivindicación del papel de la mujer en la sociedad a través de una poesía femenina consciente de su género.

    1. Sinopsis:

Mientras una poeta se prepara para un recital, recorremos con ella su obra, evocando imágenes que nos llevan a replantearnos la visión de la mujer en la sociedad actual.

    1. Objetivo General:

Mostrar el paso entre el papel de la mujer como objeto del discurso poético a la mujer como creadora del mismo. Al igual que las repercusiones sociales de este cambio. Esto, a través de la obra de la poeta antioqueña Marga López.

    1. Objetivos Específicos:

  • Analizar el ideal de la mujer creada desde la poesía clásica y como cambia este concepto con la incursión de la mujer como creadora.

  • Mostrar una nueva visión de la mujer desde algunos de los poemas de Marga López.

  • Exponer la feminidad y la fuerza emotiva dentro de la poesía de Marga López.

  • Analizar como el hecho de haber nacido en una sociedad rural y machista ha marcado la poesía de Marga López.



  1. INVESTIGACIÓN


Avances de investigación

  • Título:

Mujer y Poesía: Una visión del discurso de género desde la poesía.

  • Tema:

Las implicaciones sociales del paso de la mujer como objeto del discurso a la mujer como creadora del mismo.

  • Presentación del Problema

La figura de la mujer siempre ha estado presente en la literatura. Sin embargo, durante mucho tiempo su papel como creadora fue ignorado completamente o relegado a un segundo plano, en el mejor de los casos.

Esto se evidencia en los pocos nombres femeninos, comparados al sinnúmero de nombres masculinos, presentes en la historia de la literatura. A pesar de que en los últimos 30 años se ha recuperado la memoria de valiosas escritoras de diferentes épocas que permanecían en la sombra.1

Hasta el siglo XIX las únicas figuras femeninas destacadas en la literatura se reducían a la griega Safo de Metilene y a la religiosas Hildegarda de Bingen y Sor Juana Inés de la Cruz.2

Como lo expresa Elizabeth Perry, no sólo era mal visto que la mujer publicara sus escritos, sino que el mismo acto de leer le estaba prohibido a la mayoría.

Hasta bien entrado el Siglo XX, a las hijas de los padres pobres no se les enseñaba ni a leer ni a escribir, y las mujeres de padres pudientes (clase alta o media), que aprendieran a leer, debían tener tutores privados o monjas, y su acceso a los libros era muy limitado, a menos que fueran libros de oración.3

Eran los hombres los que le daba voz a la mujer, colocando en la boca de las protagonistas de sus obras, todo lo que ellos querían que la mujer debía, sentir, pensar o vivir4. Era la visión masculina del cuerpo, de la pasión, de las emociones femeninas. Se crea así un estereotipo de mujer ideal que suele aparecer en espacios, privados y domésticos, lejos de las esferas de poder. Los valores que la identifican son la castidad5 y la ignorancia.6

Pasado el renacimiento las mujeres comienzan a incursionar en el mundo literario. Sin embargo, su literatura se considera de menor calidad y su temática sigue siendo doméstica. Manteniendo el canon de mujer ideal del medioevo. Hasta el punto, que las primeras escritoras reconocidas en Colombia, llegaron a considerarse más conservadoras que los mismos hombres.7

Sería a finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando:

“…enmascaradas bajo pseudónimos masculinos ante el imperante escepticismo respecto a sus capacidades intelectuales, la falta de credibilidad y las descalificaciones continuas, las poetas de la generación del 27, de la postguerra y del medio siglo, intentan desmarcarse de la decimonónica pero vigente imagen de ángel del hogar y mecedora de cunas…”8

Con la inscripción de la escritura femenina en la cultura cambia completamente la historia literaria del siglo XIX, así como el discurso de género sexual. 9Guiomar Acuesta expresa como “La mujer comprendió que su identidad requería un cambio, una transformación interior muy profunda. La necesidad de revaluar su escritura”.10

A esta transformación se une el hecho de que en el último cuarto de siglo el centro de interés artístico se ha desplazado del canon occidental que es blanco, hombre, burgués y heterosexual hacia otros centros que no necesariamente cumplen estas categorías. 11

La escritora contemporánea rompe con el statu quo y crea universos que corresponden a sus propios valores desde su perspectiva de mujer. El resultado es una imagen de la realidad captada con ojos de mujer. Estos textos han llegado a constituir un corpus con su propio contexto, su propia voz y su propia visión.12 La literatura femenina de los sigo XX y XXI integra a su obra temas "prohibidos," como la sexualidad de la mujer, la denuncia de la opresión patriarcal y la búsqueda de la identidad; lo que supone el proceso de escribir para una mujer en la sociedad actual.

Después de este escueto recorrido por la historia de la mujer en la poesía, y teniendo en cuenta que históricamente “la escritura ha sido el arte mas deseado y practicado por las mujeres”13. Se hace necesario preguntarse ¿Cómo se da el tránsito para que la mujer pasara de ser objeto del discurso a ser la creadora del discurso poético?

En el apartado fotográfico

  • Definición del Problema

¿Cómo se da el tránsito para que la mujer pasara de ser objeto del discurso a ser la creadora del discurso poético?

Perfil de personajes
El canto de la Sibila se centrará en la figura de Marga López, cuyo nombre completo es María Margarita López Díaz. Nacida en La Ceja Antioquia en 1950. Se ha consagrado como maestra de la poesía y a dictado talleres por toda Colombia. Ha trabajado como docente de literatura en diferentes municipios de Antioquia y como periodista cultural en diferentes emisoras universitarias.
Su obra ha sido traducida al alemán en la Revista de Poesía Xicoalt, por la Escritora Erna Pfeiffer. Además, difundida por la Radiofabrik de Salzburgo, 107.5 FM, Austria. Ha recibido Mención de Honor. Concurso Internacional de Poesía Xicoalt en Salzburgo Mención de Honor. Concurso Internacional de Poesía, Revista Aldea poética, Madrid, España, 1996. Recibió el Grado Suma Cum Laude del Oxford Centre, en conocimientos Académicos en Español y Lireratura, Bogotá, 1998. Un Homenaje Nacional como Poeta y su designación como Almadre en el Encuentro de Poetas Colombianas en el año 2000.

Ha publicado cinco libros entre los que se encuentran Alojos de Transparencia (1990) Murumsama (2000), Murumsamas (2005), Morada de las Sibilas (2007), La Nave de Nausicaa 2011).

Su obra, como ella misma lo dice, es un viaje. “Las mujeres, somos mas espaciales, yo viajo en la poesía a infinidad de lugares y de tiempo, cuando escribo no me es imposible ir a ningún lugar”. Las experiencias como campesina, madre, esposa y amante han marcado su obra. Al igual que la figura de la mujer en la historia. Ella se personifica tanto en una exploradora inglesa, en una poeta china, en una joven asesinada en Colombia, o en una mujer prehistórica en Zelanda. No es solo su feminidad, sino una feminidad global la que encontramos en sus libros.

Actualmente se dedica a dictar talleres de Literatura por diferentes municipios del departamento y a cuidar de su finca Casaloma en el municipio de la Ceja.

Dirección de Fotografía.

El Canto de la Sibila pretende recuperar el lenguaje audiovisual del documental vanguardista de la década de los 20’s. Las imágenes que ilustraran los poemas recitados por la artista seguirán la lógica del montaje planteado por Dziga Vertov y su cine ojo en el que no se intenta estar al servicio de una narración sino de una idea y de las impresiones generadas por esta.14 Lo que Weinerichter definiría como “Un diferente encadenamiento de planos y bloques que sustituye el montaje metonímico y causal de la ficción por otro de orden asociativo y metafórico que favorece la dialéctica de materiales una jerarquía distinta entre palabra e imagen”15
Las imágenes jugarán una función metafórica, más que literal dentro del montaje.
Con base en la estética de películas como Man With a movie camera (Vertov, 1929), Rien quie les heures (Calvancanti, 1926) Regen (Ivens, 1929) o A Propos de Nice (Vigo, 1930) se constituirá un tipo de sinfonía de persona en la que más que seguir un eje narrativo, se buscará seguir uno argumentativo y estético.
En el primer poema, titulado Respirar se manejará el concepto del amanecer. Estará marcado por los colores fríos, planos generales del paisaje y primeros planos del rostro de la artista y un montaje lento. Se jugará con las ideas de respirar y la naturaleza.
En el poema Iglú, los colores serán más cálidos, se jugará con fotografías imágenes y planos de la poeta y de su entorno que resalten su feminidad.
En el tercer poema, Amelia Earhart, se manejarán imágenes del paisaje y del recorrido desde la ceja hasta la finca de la poeta. Se hará énfasis en los pies y los pasos de la artista.
En el cuarto y quinto poemas, se tratarán el atardecer y la noche. Con primeros planos que resalten las arrugas y las canas de la poeta, la tierra seca que rodea su casa, y las tumbas de sus familiares en el municipio de la ceja. En el último fragmento del poema se manejará el concepto de la noche, pasando al escenario en el que la poeta estará en uno de sus recitales.
Por otro lado, los intermedios tendrán una estructura de montaje más formal aunque se intentará jugar con encuadres pocos convencionales (planos aberrantes, primerísimos primeros planos y planos detalles). Siguiendo el estilo de la poeta que bien se mueve dentro del verso clásico hasta la prosa libre.

  1. TRATAMIENTO

Vemos muchas montañas, la cámara recorre sus cimas, nos desplazamos sobre las cordilleras de la distancia. Miramos estáticos hacia el cielo y bajamos para revelar el pico del cerro Capiro y ver el municipio de La Ceja a sus pies. Se escuchan elementos de la naturaleza, un paisaje sonoro tranquilo y rural, la voz de Marga López recita: “Aún llevada por las mares del viento  solar,  salgo a buscar mi estrella madre,  al tantear los anjeos elementales del aire”. Se sigue escuchando el ambiente de campo, los pájaros, las plantas ondeadas por el viento, etc. La toma del pueblo se va desvaneciendo, lentamente. Los elementos sonoros del ambiente rural se van fundiendo con sonidos extralingüísticos femeninos como la respiración y algunos suspiros, comienzan a escucharse breves cortes de violín sin ninguna melodía aparente. Se ve una túnica negra que empieza a emerger de la oscuridad, sus formas cubren casi la totalidad del plano, sus pliegues se mueven y ondean  y unas manos arrugadas se dejan ver. Entran lentamente sonidos de gotas de agua que se funden en un sonido de cascada tranquila mezclado con una atmósfera. Se detallan aún más las manchas y arrugas, interrumpidas por  planos de un pequeño portón que aparece en el centro del cuadro mientras nos acercarnos al portón como quien nos invita a entrar. Recorremos un camino acompañados de pequeños detalles naturales como la hierba o  las hojas de los árboles que vemos desde abajo dejando pasar la luz por entre sus ramas Continua la voz en off de Marga recitando: “Al llegar a la madre a su más escondida benignidad,  en el ara de su ermita pulso el melodio sencillo de luz”.
Además de los detalles naturales  se ve un cabello rubio entre canoso que recorremos de arriba abajo para luego revelar a una mujer escribiendo a máquina, Nos elevamos sobre su cabeza y dejamos ver la maquina de escribir delante suyo. La atmósfera aérea lentamente se va fundiendo con el sonido del martilleo de la máquina de escribir, vuelven los sonidos del ambiente rural a emerger poco a poco, la voz en off de Marga continúa: “Como la araña vigila cada una de las hebras de su tejido yo reposo en mi tela”. Aparece una casa azul en el medio de la naturaleza verde, se ve un perro dálmata al frente de la casa , lo enfocamos en el corredor que antecede la entrada de la casa (corte directo), el perro entra, la cámara tras el y en ángulo normal apunta hacia la puerta para dejarnos ver como el perro se pierde a través de su abertura   y  vemos el rostro de la mujer que antes escribía a máquina, la imagen baja lentamente para detenerse cuando su rostro entero está encuadrado de manera simétrica, para luego centrarnos solo su boca. De igual manera, su boca en el centro del plano alternando con una vista diagonal, la voz de Marga concluye con la frase: “Hilandera párvula uno pranayamas en el telar del armonio”.

La poeta nos cuenta como para ella “la poesía es un viaje”. El plano se abre y vemos a la poeta sentada en la sala como quien la mira desde otro sofá, con una iluminación suave. De su casa, escuchamos los sonidos de los elementos de la casa de Marga, móviles colgados, relojes, movimiento de las plantas y otros objetos por el viento, pájaros. Aparece un paisaje  de campo, los caballos y vacas a lo lejos de las fincas vecinas, vistos el verde la hierba con una llamativa intensidad, seguido por pequeños bichos sobre la hierba que podemos ver reptar, como si la cámara se mezclara en su mundo y a lo lejos se percibe lo grande que puede verse el mundo en estas condiciones. Vemos un detalle de las manos  de la poeta. Mientras ella sigue hablando de su concepto de poesía. La vemos de nuevo a la poeta en la sala de casa, cerramos el plano y vemos detalles del espacio en el que nos encontramos la chimenea y los retratos que hay sobre ella recorriéndolos de la misma manera que recorrimos las cimas de las montañas, lentamente. Los diferentes cuadros y los libros sobre la mesa, se presentan ante nosotros con movimientos de pedestal para denotar la cantidad de estos objetos que hay en la casa. Se enfatiza en tres libros Morada de Sibilas, Murumsamas y la Nave De Nausicaa. Se vuelven a ver las manos de la poeta de un modo muy similar a como las vimos antes para mantener cierta uniformidad y concordancia y otro plano del municipio de la ceja desde un punto diferente al que vimos anteriormente. Se escucha un piso sonoro rural muy apacible, con algunos sonidos del aire, insectos y pájaros, para volver al plano general en él que la poeta termina de dar sus apreciaciones personales sobre la poesía.
En la sala la poeta comienza a revisar su álbum fotográfico. Nos acercamos a sus manos mientras lo abre y lo vemos en primer plano, con la imagen atravesada de manera diagonal sobre el plano, luego nos concentramos en las fotografías que observa. Marga empieza declamando: “Y ese principio  de la incertidumbre. Y ese lenguaje de mínima acción”, en el piso sonoro empieza lentamente a ascender un sonido de murmullos de mujeres en multitud, comienza también a desplegarse una atmósfera sonora de fondo densa y fría, comenzamos a ver fotos de Marga estando joven y avanzan lentamente hasta llegar al día de su matrimonio, continúa declamando: “Él se digna a volver de las largas ausencias a visitar esos dos hijos solos”, el sonido de los murmullos se detiene abruptamente al finalizar esta frase y se escucha la caída de un anillo que producirá un eco con reverberaciones metálicas. Vemos fotos de Marga con otros hombres y otras amistades  La cámara alterna entre planos detalle frontales y planos en ángulos forzados sobre las paredes cubiertas de fotografías “Ya no me mira afeada, agriada amargada a sus ojos permanezco en la otra habitación y lloro, oculta por el paño de la cortina”. Vemos fotos de las hijas que van creciendo  hasta llegar a la fase adulta Como un pase de diapositivas en un viejo videoproyector, las fotografías entran y salen una tras otra para permitirnos apreciar el paso de los años, los murmullos reaparecen lentamente en el piso sonoro, vemos otra vez una foto de Marga sola que emerge, en el piso sonoro empieza a ascender una textura aérea, leves sonidos de chirridos de ventanas y pisadas sobre el pasto “Ahora que las hijas se han ido a la ciudad, vacío el aire familiar más las acerco”, entremezclado entre la atmosfera, escuchamos una difusa nana de cuna cantada por una suave voz femenina acompañada del sonido del lento movimiento de un móvil de cristal. Vemos una foto de Marga sola aparece fija sobre la imagen y se posa estática unos segundos delante de nosotros. Marga se para y sale hacía otra habitación, vemos el acceso a esa otra habitación pero la cámara no la sigue cuando se desplaza, como quien deja plantado a alguien más. “Placentas dulces que me como -dulce mascara de hielo incandescente-” la atmosfera aérea sube un poco más, haciéndose brusca,  comienzan a escucharse múltiples pisadas sobre concreto, luego entrará el sonido de la combustión de una chimenea o antorcha” en amoroso rito para cerrar el ciclo”, entremezclados con el sonido de las olas del mar, los sonidos en el fondo se van desvaneciendo conforme se funde la escena a negro para concluir el poema con una única nota de piano.
Vemos a Marga preparando su ropa y otras cosas para el recital. Prendas multicolores cuelgan mientras vemos sus dedos recorrer los pliegues de las telas, la mirada se posa de frente a las prendas y luego amplía el plano para empezar a descubrir su habitación. Continuamos viendo fotos de sus recitales anteriores, imágenes de esos recitales aparecen en corte directo y se sigue esa misma forma para dar paso a la fotografía siguiente.  Mientras se escucha, a la poeta, hablando de la importancia de la mujer en su poesía y en el fondo se escuchan elementos propios de la escena como el movimiento de los utensilios de cocina o de la decoración.
Oímos el poema Amelia Earhart, dedicado a una de las pocas exploradoras del siglo XX. Vemos la cocina de la casa de Marga vacía, Observamos estáticos todo el espacio y el plano permanece fijo unos segundos para darnos tiempo a detallar algunos elementos llamativos como las lámparas y especialmente la nevera.  Durante el poema vemos el recorrido de la poeta hacia la ciudad  donde será su recital empezando con una toma frontal de la puerta principal de su casa mientras Marga sale de ella y la cierra para permanecer observando la puerta cerrada y la casa vacía y silenciosa. En la toma siguiente observamos la espalda de Marga mientras ella se aleja en el camino, la cámara gira lentamente para revelar el paisaje a la distancia y un horizonte lejano. Se ven nubes que se lleva el viento rápidamente. Montañas se ven moverse a lo lejos. Corte directo. Emerge algún lugar característico de su destino. Se comienzan a escuchar nubarrones, similares al inicio de una tormenta, la poeta inicia declamando: “Mar de arafura ayer. Tiempo nublado. La línea más ancha es mi andadura Y volar sobre el mundo nunca andado, Ícara sola al sol de su aventura”. La toma se mezcla con fotografías de los lugares de Colombia a los que ha viajado y los diferentes recuerdos traídos de allí la cámara navega en primer plano sobre esas fotografías y por medio de cortes directos salta a la siguiente, del mismo modo alterna con los objetos traídos de esos lugares, se escuchan instrumentos típicos de las regiones colombianas (arpa, guabina, quena, etc.) tocando notas sueltas que acompasaran el ambiente sonoro recreado y la voz de Marga mientras ella continúa con  el poema:. “Este sobrevolar el miedo anclado en la niebla sumida en la espesura”. Se ven detalles de paisaje durante el recorrido, objetos llamativos del camino, gente interactuando con elementos propios del entorno y elementos lejanos en el horizonte y  de una fábrica de mujeres textileras, haciendo énfasis en sus rostros, observados a cierta distancia por medio de un teleobjetivo ajenas al ojo que las observa, alternados con perfiles de sus rostros. Se escuchan los sonidos de las máquinas en conjunto a los sonidos de los nubarrones al fondo, Marga continúa declamando: .“Navego ahora por mi sombra, llegadas las amadas colinas, madre... el cielo las grutas del Missouri... se me anegan. Los ojos de no ver la isla, anhelo no sentir el morir. Nubes me ciegan el abismo y el mar. Me lanzo al vuelo”. Los nubarrones se van desvaneciendo, comienzan a surgir sonidos de automóvil avanzando, se ve el carro avanzar por la carretera (la cámara siguiéndolo desde atrás o visto a lo lejos desplazarse por la carretera de manera horizontal, como una carretera a lo lejos en la montaña). Se ven los rostros de las diferentes mujeres dentro de la fábrica textil, de la misma manera que las vimos antes.
La poeta en su habitación observa la foto de su estudiante asesinada primero un plano abierta de ella sentada mirando la foto, Vemos la fotografía más cerca sujeta en sus manos. Se hace énfasis en la expresión de su rostro, la imagen la observa en ángulo diagonal con un primer plano y comienzan a aparecer diferentes rostros de mujeres ignorando la cámara en una variedad de expresiones y formas. En el fondo escuchamos los sonidos un leve silencio con textura, también habla de la historia de su poema Mujer amarrada a una ventana, de este silencio con textura, emerge un sonido de pisadas sobre barro que enlazan con la siguiente secuencia.
Vemos imágenes de una casa vacía en la que se irrumpe a la fuerza, la casa se observa en el centro del plano, las pisadas sobre barro continúan escuchándose, en el fondo escucharemos un sutil sollozo femenino, Marga inicia a recitar su poema Mujer Amarrada a Una Ventana:  “Las paredes no se abren. No hay zarzos en el techo. No hay argollas secretas en e suelo”  Entramos a la casa y comenzamos a recorrer las  habitaciones primero recorremos el espacio de la casa observando lentamente sus habitaciones vacías y sus formas deterioradas hasta escuchar los sonidos que irrumpen, el plano se concentra en una ventana o puerta que se abren de repente dejando entra más luz, continúan los sollozos y escuchamos a una guitarra realizando unas cuantas notas y acordes disonantes, sin melodía aparente. Vemos rostros de diferentes mujeres del municipio de la ceja, con el mismo estilo anterior; observadas desde la distancia sin saber que son observadas y con una variedad de expresiones pero está vez el movimiento de la cámara esta algo ralentizado y la imagen tiene unas tonalidades algo frías. La poeta recita: “Dos mujeres me observan temerosas y compadecidas, nada les digo con mis ojos, saben que ya estoy muerta” se detienen los sonidos de pisadas, comenzamos a ver diferentes objetos quebrándose  platos, porcelanas, algunas tomas de objetos volando por los aires, la cámara fija apuntando al lugar por donde pasarán estos objetos, los que caen atravesarán el plano por el centro, de igual manera lo harán los objetos lanzados contra paredes que atravesarán el plano de manera horizontal, estas imágenes alternadas con su posterior choque contra la superficie en cámara lenta a la par que seguimos viendo rostros de diferentes mujeres, escuchamos gotas de agua cayendo sobre concreto las cuales irán en aumentando hasta formar un leve piso sonoro de lluvia, Marga recita: “Ya ni el seno me duele después de la última tortura” Entre los rostros aparece el de Marga y nos quedamos un rato mirándola, de igual manera la cámara seguirá sus movimientos pero ralentizados para apreciar de manera más detallada sus expresiones, sus parpadeos etc. “Pero yo amaba la ternura yo quería volver a ser juntada como veía a mi madre acunar los polluelos con sus manos benditas“, escuchamos un sonido de madera rechinando, similar al de una puerta o una ventana destruidas y ondeantes en el viento, Hacemos el recorrido en la casa inversamente, los objetos rotos y los rostros de las mujeres aparecen cada vez más rápido, de la misma manera la velocidad del vídeo se regula. Marga añade: “Pero tanto rato parada, ya ni el horror, ya ni el cansancio, soy mujer maniatada que mira su hora final de sol su noche olvidada de mundo” Vemos los objetos rotos sobre el piso la cámara los lentamente y la casa se vuelve a cerrar cuando vemos el rostro de Marga en ángulo diagonal. “Ella al otro lado de la cerca y ahora conmigo como una hermana que no se veía hace tiempo detrás mio.  Las dos amarradas a una sola ventana. Alcanzo a sonreír” los sonidos se disuelven en una atmósfera ligera y aérea. Vemos el rostro de Marga ahora en un primer plano frontal y alternando con uno diagonal o vista desde su espalda en plano medio para dejar ver el lugar en el que se encuentra quien ahora está sentada en una de las  sillas del teatro.

Se ve la fachada cerrada de la casa abandonada. Plano general frontal. Fadeout Marga sentada en las sillas del teatro observada en plano diagonal ligeramente en picado como quien la observa desde la fila anterior de sillas, comienza a hablarnos de su experiencia como mujer poeta y su visión de la mujer como creadora de la poesía. Se continúan viendo rostros de mujeres esta vez un poco más felices, esta vez las tonalidades se hacen más cálidas y la velocidad del movimiento es más natural y suelto. Se escucha el ambiente directo de la sala.  Marga narra también su experiencia como madre y profesora de poesía y literatura. Nos centramos en sus manos mientras habla en primer plano y contrapicado.
Abrimos el plano de sus manos, luego cambiamos a un plano más abierto en picado, ahora es posible ver sus brazos y regazo y escuchamos el poema Jazz, con el que la poeta suele terminar sus recitales, en el fondo comienzan a escucharse cristales machacados y sutiles jadeos femeninos, se escucha un tambor que aumenta su ritmo y llega a  un clímax conforme la voz en Off pasa a On, una vez la escena ha completado su proceso de transmutación del espacio experimental y poético al real, vemos entonces a la poeta Marga López declamar la poesía en su recital la cámara recorre el perfil de su rostro y por corte directo pasamos a un plano general frontal donde la veremos en el cetro de la imagen parada ante el público, dejándonos apreciar la fuerza que tiene en escena y el performance realizado durante sus presentaciones, el sonido se enfocará principalmente en su voz y en la carga emotiva que ésta lleva consigo, al finalizar esta secuencia, a medida que se funde a negro,  así mismo lo hará el piso sonoro del recital, el cuerpo desnudo del principio  aparece de nuevo a través de un fade in para observarlo de la misma manera que ya lo habíamos hecho al inicio pero visitando nuevos lugares de su anatomía, con un piso sonoro compuesto por una atmósfera etérea y serena, entremezclada con algunos leves sonidos de cristales y surcos desgastados de long play, volverá la fanfarria de Jazz Mientras se escucha la voz de Marga recitando las palabras de cierre: “Este fue un poema negro, este poema fue Jazz”.


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