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Empresa y gestión audiovisual Tema 1. La empresa como institución central en nuestro sistema social y la crisis económica y financiera de 2008-2011 Objetivo 1. Tres afirmaciones de carácter general
Su imagen como institución central en el sistema social (y motor del progreso y bienestar) ha tenido mucha menor visibilidad histórica.
Historias empresariales
Ambas empresas tienen un proceso de selección de personal muy riguroso y hay una gran diversidad entre los trabajadores (no son asociados a tribus urbanas o a una personalidad concreta). LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS EN EL MUNDO GLOBAL Objetivo 2.
La situación de las empresas actualmente, y desde finales de los 90: los ciudadanos se encuentran en una situación de desencanto y decepción con éstas. Ésto se debe a que juegan un papel muy importante en los problemas tanto económicos como sociales y medioambientales que acarrean al mundo esta última década. Problemas que han desembocado en importantes crisis económicas (2008 – actualidad) y sociales. Con el capitalismo, las grandes empresas, y los seres humanos que las componen, buscan únicamente la consecución del máximo beneficio, sin pensar en las catastróficas consecuencias que puede conllevar (pobreza extrema para la mitad de la población del planeta, destrucción de paisajes, etc.). El egoísmo es la única ley conocida. Además, dentro de las mismas empresas, la barrera entre empresarios y trabajadores se agrava, siendo estos últimos simples útiles de los que poder prescindir en cualquier momento (llevando al desempleo a miles de personas). Pero, contra todo esto, surgen movimientos críticos contra el poder de las grandes empresas y contra el modelo económico actual. Desde el final de los años 90, la «responsabilidad social de las empresas» (RSE) se ha hecho más importante, y se hacen debates de intelectuales en los que se pone en duda el modelo de la globalización como un modelo válido, además del poder que tienen las grandes empresas, criticando así el actual modelo capitalista y los problemas que conlleva. Últimamente está emergiendo un nuevo concepto de la RSE , que pide que se escuche al pueblo, como necesidad básica para el buen funcionamiento de las empresas. Aunque en algunos países como España aún queda mucho que hacer con la RSE, hay países, como Reino Unido, Francia o Dinamarca en los que la RSE está cobrando gran importancia.
El concepto de la población sobre la empresa varió en diversas ocasiones durante el siglo XX. A principios de siglo, la empresa se entendía como un espacio de explotación y alienación al trabajador, por lo que la empresa era una entidad que no causaba simpatía. Pero a partir de 1970, este concepto de odio comenzó a evolucionar hacia la aceptación, y la empresa se reconcilió con la sociedad poco a poco, hasta llegar a los años 80, en los que la empresa vuelve a representar un modelo que respetar y admirar por los ciudadanos. Ésto se debió, en gran parte, al un programa escrito por Guy Debord para la Internacional Letrista, que hablaba así de la empresa: “Una libertad sin límites y sin reglas”. El mito de la empresa ciudadana En los años 80 surgió una nueva interpretación de la empresa, según la cual ésta estaba más comprometida con la sociedad y con sus trabajadores, ofreciendo a estos últimos oportunidades para desarrollar sus capacidades. A las empresas con este tipo de orientación, en Europa Archier y Sérieyx (1984) se les denominaba «del tercer tipo». Estas empresas revolucionaban los antiguos conceptos y los cambiaban por unos nuevos, más humanos. Pero, aunque los libros y las conferencias hablasen de este gran cambio en las empresas, éste no fue tan radical como se pretendía hacer creer. Aún así, esas ideas ayudaron a mejorar el concepto que se tenía de las empresas en la primera mitad del siglo XX. A pesar del gran esfuerzo que se hizo por revalorizar el concepto de la empresa, nos dice el autor, éstas no cambiaron, y a partir de 1990, la sociedad dejó de dar credibilidad a lo que éstas seguían contando. Sí es cierto que muchos de los cambios que se contaban habían sido tratados de poner en práctica en algunas empresas, pero éstos no dieron resultado. En las empresas se sigue el modelo de organización científica del trabajo, según el cual los seres humanos no son más que una pérdida de ingresos, debido a su imperfectibilidad (comenten errores), por lo que no se les debe dar responsabilidades ni libertades. De este sistema de las empresas, en las que los dirigentes hablan en la teoría de una nueva empresa más humana para hacerse llegar a la gente, mientras que ponen en práctica todo lo contrario, deducimos su hipocresía, una nueva forma de violencia, que consiste en mitificar [concepto desarrollado por Henri Lefebvre (1961)] la realidad, haciendo creer a la sociedad todo lo contrario a lo que realmente está ocurriendo. Objetivo 3. Concentración económica y capitalismo de masas A finales de los años 90, el capitalismo creció de manera increíble, dando lugar a una expansión de la globalización cada vez mayor. Al final del siglo XX se permitió a las clases medias también el acceso a la compra de acciones. Pero éstos nuevos pequeños accionistas no tenían ningún poder en la empresa, todos los poderes continuaban estando en manos de los grandes empresarios, que toman todas las decisiones. Debido al sistema capitalista, en el que ahora había más accionistas buscando las máximas ganancias a corto plazo, en este periodo comenzó una gran concentración de poder, que llevó al aumento antes mencionado de la globalización, y muchas grandes empresas de todo el mundo (también en España) se fusionaron para crecer y tener un alcance mundial. Hacia un nuevo despotismo Las fusiones y absorciones de finales de los 90 se caracterizaron por ser diferentes a las que se habían realizado hasta el momento. Esto se debe a la desregulación del movimiento de capitales, cosa que facilitó a las empresas estas uniones. Los movimientos económicos de estas empresas son siempre buscando el máximo beneficio en el corto plazo, cosa que se consigue principalmente “jugando” en bolsa con las acciones de la empresa. Así, la política de finanzas de la empresa pasó a ser el principal objetivo de ésta, queriendo formar compañías competentes en el mercado de las grandes empresas multinacionales. Por tanto, en esta época, la especulación tiene un papel fundamental en el sistema económico, de un mundo cada vez más globalizado. Caníbales con tenedores Con la búsqueda del máximo beneficio a corto plazo como principal objetivo, en las empresas se comienza a usar en el año 2000 el despido masivo de empleados como método de minimización de costes, aunque la empresa se encuentre en su mejor momento financiero, demostrando así que cada vez le importan menos las personas. Y, tras estos injustos despidos, los grandes empresarios de la compañía reciben bonificaciones astronómicas o se suben el sueldo. Esta situación lleva a la ruptura de la paz entre las empresas y los trabajadores, así como también con los sindicatos defensores de éstos. El lado oscuro de la producción flexible La globalización ha sido un aspecto influyente a la hora de la formación de los nuevos conceptos de empleo que hay en la actualidad. Esto se debe a que las empresas multinacionales llevan a cabo una política de trabajo que busca competir con el resto de empresas y obtener la mayor rentabilidad: la producción flexible. La flexibilidad ha ocasionado diferencias entre las trabajadores, que ahora se distinguen entre los que son importantes para la empresa (cobran más y no son despedidos) y los que son prescindibles (sueldos más bajos y riesgo de despido). Esta nueva política de empleo está extendida a la gran mayoría de las multinacionales, a pesar de que no está comprobado que dé a la empresa la máxima rentabilidad económica. Lo que sí está más que comprobado es la inseguridad que provoca a los empleados en su puesto laboral.
Las reuniones del Foro Económico Mundial que se realizan cada año en los últimos días de enero en Davos, Suiza. A estas reuniones asisten los políticos y altos ejecutivos más importantes del planeta para intercambiar decisiones sobre el futuro, que ellos opinan y valoran. (Declarándose, de esta manera, orgullosos de ser el “espíritu del capitalismo de la globalización”). Las soluciones que se plantean en estas reuniones son la máxima expresión del capitalismo: desean que las empresas tengan una mayor influencia en los países, mientras que el gobierno se encuentra cada vez más subordinado a éstas. Además, opinan que la perfección se encontraría si el objetivo principal de todos los ciudadanos fuera la búsqueda del interés personal, sin ningún tipo de regulación por leyes ni por parte de los gobiernos sobre las actividades económicas. Mandeville y el derecho de la codicia En 1714, Bernard de Mandeville publicó la Fábula de las abejas, que habla de una sociedad de abejas en las que se premia la búsqueda única del interés personal, por ser el modelo perfecto para la vida en sociedad. Esta fábula es una “guía espiritual” para los grandes defensores del capitalismo, como los asistentes a las reuniones de Davos. Los miembros del Foro Económico Mundial encuentran en la Fábula de las abejas sus ideas sobre la búsqueda del máximo beneficio personal sin regulaciones ni límites de ningún tipo (ni por parte de los gobiernos, ni de la propia moralidad del ciudadano). De la arrogancia a la desolación En 1999, tras la crisis económica del 97-98, se celebra una reunión del Foro Económico Mundial en la que se habla abiertamente de la necesidad de un cambio en la economía capitalista que ellos mismo defendían, sometiendo al mercado a regulaciones por parte del gobierno. Pero realmente no hay ideas liberales sobre un cambio en el capitalismo que tengan el apoyo de los asistentes a la reunión. En el año 2000, en lugar del cambio esperado después de la cumbre de Davos, llega un crash bursátil que destroza las empresas “punto com” y las formas de comercialización por Internet. Como punto positivo podemos apuntar que ésto actuó como “correctivo” para los ciudadanos de clase media-baja que invierten sus ahorros en el mercado. La tentación de la inocencia A pesar de que el desarrollo de la globalización es una consecuencia directa de las decisiones tomadas por los gobiernos, éstos no se sienten responsables de cómo ha avanzado la economía. Al mismo tiempo, los empresarios defienden el libremercado en unas ocasiones, mientras que otras aceptan sin ningún problema la intervención del Estado a la hora de recibir ayudas económicas. Tema 2. La empresa y el sistema económico global. Problemas actuales 2.2. La crisis 2008-2011 Objetivos 6, 7 y 8 Otra historia de la empresa 1. Septiembre 2008: Quiebra del banco de inversión Lehman Brothers. Se conoce que los problemas de éste afectan también al resto de los bancos y al conjunto del sistema financiero. 2. Septiembre – Noviembre 2008: Situación de pánico generalizado en los grandes mercados financieros de todo el mundo: paralización del crédito. 3. Noviembre 2008: Estados Unidos aprueba un Fondo de Rescate Financiero de hasta 1'4 billones de dólares. El resto de los países adoptan decisiones similares (en total una suma superior a 4 billones de euros). 4. Enero 2009: Se conocen informaciones de entidades financieras que han recibido ayudas públicas de Estados Unidos (hasta 700.000 millones) que han decidido distribuir sobresueldos – bonos – a sus directivos a cargo del ejercicio de 2008 (por el supuesto esfuerzo). El salario de los grandes directivos de la mayores empresas de Estados Unidos en 2007 era de 14'2 millones de dólares: 1600 veces más que la media de la población. |