


         Informe Técnico
| Explotación de materiales de construcción y de arenas submarinas para la regeneración de la Playa de Meloneras (SO de Gran Canaria)
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| Noviembre 2013
ÍNDICE
I)ESTUDIO GEOLÓGICO 3
1.- INTRODUCCIÓN 3
1.1- Situación y descripción paisajística 3
1.2.- Estratigrafía. Origen y formación 4
2.- OBJETIVOS 6
3.- ZONAS DE ESTUDIO 6
3.1.- Estudio geológico de la zona costera 6
3.2.- Estudio geológico de la zona terrestre (material de extracción) 7
3.3.- Estudio geológico de la zona sumergida 7
3.4.- Mareas 9
3.5.- Oleaje 9
5.- OBRA DE RESTAURACIÓN DE LA PLAYA 9
5.1.- Sección tipo adoptada de los espigones de apoyo 9
5.2.- Obtención de materiales de relleno para diques y pié de playa 10
5.3.- Vertido de arena 10
II)CUBICACIÓN DE RESERVAS Y VALORACIÓN ECONÓMICA 11
6.- Capacidad minera de las zonas (cubicación) 11
7.- Usos y mercado de los recursos minerales 12
8.- Valoración económica 12
9.- Planes futuros de exploración-explotación en la zona de estudio 13
CONCLUSIONES 13
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA 13
ANEXO I 14
ANEXO II 15
ANEXO III 17
ANEXO IV 18
ANEXO V 20
ANEXO VI 21
ANEXO VII 23
ANEXO VIII 24
ANEXO IX 27
ESTUDIO GEOLÓGICO El informe técnico que se somete a consulta, recoge las actuaciones consistentes en el reacondicionamiento de un tramo de costa de medio kilómetro aproximadamente, correspondiente a la Playa de Meloneras. Esta actuación permitirá la consecuencia de una considerable superficie de playa con un sustrato adecuado tanto en la parte alta como en la zona de baño, ajustándose a las necesidades de un sector costero en pleno crecimiento turístico, dotándolo de una obra marítima de defensa adecuada (espigones laterales y pié de playa), procurando que el impacto paisajístico desde el punto de vista del usuario sea el mínimo posible.
Se comenzará con una introducción a la geología de la isla de Gran Canaria, particularizando posteriormente la situación de la región S objeto de estudio y las características geológicas de los materiales a extraer.
1.- INTRODUCCIÓN 1.1- Situación y descripción paisajística La isla de Gran Canaria (Figura 1) está situada más o menos en el centro del Archipiélago Canario, entre las islas de Tenerife y Fuerteventura, separada a una distancia de unos 100km de cada una de ellas y a unos 210km del continente africano. En tamaño, es la tercera de las Islas Canarias, con una superficie de 1.532km² y una longitud de costa de 236km. Presenta la topografía más accidentada y compleja del conjunto de islas del Archipiélago. Se eleva desde los 3.000m de profundidad hasta una altitud máxima sobre el nivel del mar de 1.949m en el Pico de Las Nieves, en la zona central de la isla.

Figura 1. Situación y localización de la isla de Gran Canaria.
Presenta una base de unos 100km de diámetro y casi circular, salvo por la parte occidental (Figura 2). Se contempla una amplia plataforma marina de abrasión (PMA) como corresponde a una isla con 15 millones de años de antigüedad y relativamente escaso volcanismo en los últimos millones de años. La plataforma llega a alcanzar 10-12km de extensión prácticamente alrededor de toda la isla menos en su cara N, donde es más estrecha y escarpada, debido al rejuvenecimiento volcánico de la parte N de la isla, que impide que se forme y la agresividad del mar en esa vertiente.
 Figura 2. Edificio insular de Gran Canaria. La línea de trazos indica la extensión de la base del edificio. Las flechas muestran volcanes submarinos. Imagen tomada de Masson et al. (2002) y Acosta et al. (2005).
1.2.- Estratigrafía. Origen y formación La edad de la isla de Gran Canaria es de unos 15 millones de años (Mioceno). Es más joven que las orientales, pero más vieja que las occidentales. Su historia geológica se caracteriza por una continua alternancia de episodios eruptivos y de erosión (Figura 3). El resultado es un relieve muy accidentado desde la cumbre hasta el mar, a través de una red radial de barrancos.

Figura 3. La evolución de Gran Canaria. Construcción y destrucción parcial del edificio en escudo, génesis de la Caldera de Tejeda (CT), edificación y destrucción total de Edificio Roque Nublo (RN), y vulcanismo reciente.
Cronológicamente, la isla se ha formado a lo largo de 3 grandes ciclos eruptivos (Ciclo I o Antiguo, Ciclo II o Roque Nublo y Ciclo III o Reciente), intercalados por periodos de inactividad volcánica, durante los cuales han primado los procesos erosivos.
El Ciclo I aconteció entre los 14 y 9 m.a., comprendiendo las Formaciones Basálticas y Sálicas (Traquítica-riolítica y Fonolíticas) según el ITGE (1990). Comenzó con la generación del edificio isleño de volcán en escudo a partir de coladas basálticas por emisión fisural localizada en 3 focos de la isla (NO, O y SE), dando lugar al “volcán de Tejeda”. Los deslizamientos gravitacionales que tuvieron lugar crean los acantilados existentes en la parte occidental de la isla, y la diferenciación que se produce en la cámara magmática propicia la emisión de grandes volúmenes de materiales sálicos (traquitas y riolitas) que la vacían rápidamente por lo que se forma una caldera de colapso (Caldera de Tejeda) por la descompresión de dicha cámara. El colapso originó coladas piroclásticas de unidades ignimbríticas que rellenaron gran parte de la depresión (facies intracaldera) además de cubrir una gran superficie de la isla en dirección SO fundamentalmente (facies extracaldera). Estas emisiones conforman la Formación traquítico-riolítica de la isla. El ciclo termina con la generación del estratovolcán de Fataga, debido a la emisión continuada de lavas y materiales piroclásticos de naturaleza fonolítica junto con las intrusiones de sienita y diques traquítico-fonolíticos en forma de cono invertido (cone-sheet).
El primer periodo erosivo se prolongó aproximadamente 5 m.a., generando una serie de barrancos de distribución radial, cuyos materiales se acumulan en las zonas bajas de las costas NE, E y S de la isla por sistemas aluviales altamente energéticos. Desde entonces, el SO de la isla ha estado sometido a la acción erosiva de las precipitaciones y conforma la zona más antigua y erosionada de la misma ya que posteriormente no le afectan más grandes ciclos eruptivos (Geocan).
El Ciclo II corresponde a la Formación Pre-Roque Nublo y Ciclo Roque Nublo del ITGE (1990), entre 4,5 y 3,4 m.a. En este periodo se generó en la parte central de la isla el estratovolcán Roque Nublo (de al menos 2500m de altura) y la formación de la actual Caldera de Tejeda, una caldera de explosión asociada a brechas volcánicas y nubes ardientes ignimbríticas que dan lugar a los denominados “Aglomerados y Brechas del Roque Nublo”, extendiéndose sobre todo hacia el N de la isla. La asimetría del estratovolcán genera una avalancha destruyendo la ladera S, cuyos materiales se emplazan en dirección S-SO sin llegar a la costa.
El segundo periodo erosivo (3,4 – 2,8 m.a.) genera más barrancos, abanicos aluviales, deslizamientos gravitacionales y terrazas que siguen afectando tanto al N como al S de la isla. La erosión también forma los emblemáticos roques del Nublo y Bentaiga, y la Caldera de Tejeda se conforma como una “caldera de erosión”.
El último ciclo (Ciclo III) equivale a los Ciclos Post-Roque Nublo y Reciente del ITGE (1990) y se caracteriza por la emisión de lavas y piroclastos de naturaleza basanítico-nefelinítica, con migración de la actividad volcánica desde el centro hacia el NE de la isla (como los Ciclos I y II). El tipo de actividad es tranquila salvo en los casos locales de interacción agua-magma. Este ciclo comenzó hace 2,8 m.a. y se considera que aún no ha finalizado (Pérez-Torrado, 1992).
A partir de aquí, ha sido nuevamente la erosión continuada la que ha ido modelando el territorio, ya que, al contrario que otras islas como Lanzarote, Tenerife o La Palma, en Gran Canaria no ha vuelto a haber ninguna actividad volcánica después de la época cuaternaria.
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