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TEMA 12. PAU 2012-2013. LA NOVELA DE 1975 A FINALES DEL XX. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES. CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL.
En general, podría decirse que el final del siglo, y del milenio, marcan el final del imperialismo y la segregación, sobre todo en Europa, los avances técnicos inimaginables antes, la globalización y la generalización del uso de la tecnología informática en la vida cotidiana, en la comunicación y en el arte. INTRODUCCIÓN En los años sesenta, previos a aquellos de los que nos ocupamos, aparecieron un grupo brillante de narradores, entre ellos, Luis Martín-Santos, que introdujo en la novela el uso de la técnica modernas de la prosa de europea y americana del momento y que eran ajenas al realismo social imperante en nuestro país en aquel momento, los hermanos Goytisolo, Luis y Juan, también grandes renovadores de la narrativa hispana, y los representantes de la nueva novela hispanoamericana, el famoso boom, sin olvidar a Juan Benet, uno de los mejores narradores de los últimos tiempos. Algunas editoriales fueron las encargadas de dar forma y fama a estas nuevas tendencias. Su importancia en la venta y difusión de la narrativa, y la poesía, se va a mantener en los finales del XX y en el XXI: Tras la muerte de Franco, 1975, los autores dependerán mucho de estos editores, como Jaime Salinas o Jorge Herralde, de los premios literarios, como el Alfaguara, el Seix Barral, el Planeta o el Nadal. Quizá como en la poesía, las ediciones, obras y autores son numerosísimos y los premios, los editores, la publicidad, la televisión e Internet empiezan a intervenir en la comunicación de texto y lector de manera determinante. De ser creadores ajenos, el fenómeno que se ha venido dando en la literatura hispana, ya desde los años sesenta, es la absoluta comercialización de todos sus productos, con las consecuencias que cada uno quiera sacar de ello: frivolidad excesiva, posturas enfrentadas sobre los derechos de autor, la cultura y las subvenciones, la espontaneidad de los premios literarios o la función de Internet en la difusión cultural, su legalidad o ilegalidad, etc. El primer problema con que se enfrenta esta narrativa postfranquista es cómo desarrollar la tendencia experimentalista de búsqueda de novedades con que acaban los sesenta, con la nueva época. Parece que sin renunciar a dichas novedades, la primera tendencia es la vuelta a los elementos narrativos tradicionales: la trama y la historia, es decir, la vuelta a contar historias como se había hecho siempre, dejando de lado el hermetismo y la complejidad técnica de etapas anteriores y también el compromiso y la implicación social del autor. Es decir, volver al viejo contador de cuentos, sin más, al realismo. LA NOVELA ESPAÑOLA DESDE 1975 Se podría citar como punto de arranque de esta novelística de los setenta La verdad sobre el caso Savolta, 1975, de Eduardo Mendoza, y la coexistencia de varias generaciones y tendencias a los largo de esos veinticinco años finales del XX. 1. Autores consagrados de los cincuenta y sesenta que siguen publicando: Camilo J, Cela (+2002), Miguel Delibes (+2010), por un lado y Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite (2000), Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández Santos (1988), etc. Algunos mantienen su línea y otros se suman a las nuevas tendencias sin abandonar su sello personal. Una parte de estos autores ha fallecido en la cercanía del inicio del siglo XX o en los primeros años del XXI. 2. Novela de intriga y policíaca. La serie Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán (+2003), La tabla de Flandes (1990), de Arturo Pérez Reverte, El invierno en Lisboa (1987) o Beltenebros (1989), de Antonio Muñoz Molina. 3. Novela histórica. El manuscrito carmesí (1990), de Antonio Gala, Galíndez, de Manuel Vázquez Montalbán, o La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza. Entre ellas, hay un grupo numeroso cuyo tema común es la pasada Guerra Civil española y cuya publicación tiene lugar recién comenzado el siglo XXI: Las trece rosas (2003), de Jesús Ferrero, Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas, ambas llevadas al cine, o La voz dormida (2002), de Dulce Chacón. Otras, quizá las menos, se desarrollan en épocas anteriores: El hereje (1998), de Miguel Delibes o El capitán Alatriste (1996), de Arturo Pérez-Reverte, ambas en el contexto del Siglo de Oro español y también convertida la segunda en guión cinematográfico. Quizá se podría añadir una tercera tendencia, aquella en la que, dentro del contexto de guerra y postguerra, enfocan la historia desde un punto de vista casi autobiográfico y añaden preocupaciones y reflexiones de carácter vital a los acontecimientos de los que tratan: Corazón tan blanco (1999), de Javier Marías o Los dioses de sí mismos (2000), de Juan José Armas Marcelo. 4. Novela de reflexión íntima. Añaden a la preocupación por la búsqueda del sentido personal y la existencia en general, la búsqueda también de la perfección formal: La lluvia amarilla (1988), de Julio Llamazares, La fuente de la edad (1986), de Luis Mateo Díez o Mortal y rosa, de Francisco Umbral (+2007). 5. Novela realista con distintos puntos de vista. Algunos escritores, de vuelta del experimentalismo de los sesenta, derivaron en este tipo de narrativa, con un enfoque realista y la intención de “contar historias”, pero marcando su impronta y su personalidad: Juegos de la edad tardía, de Luis Landero. 6. Metanovela.- El tema es narrar el propio proceso de la creación y el ejemplo más conocido es Papel mojado, de Juan José Millás. 7. Novela intelectual o cultural. Tratan de analizar, desde una óptica crítica y muy intelectual, la actual sociedad occidental. El caso más conocido, por variadas razones, es el de Juan Manuel de Prada y sus novelas Las máscaras del héroe o La tempestad. 8. La generación X o neorrealistas. Son, por ahora, los más jóvenes del XX. Nacidos en las décadas de los sesenta y setenta, compartieron una sociedad marcada por acontecimientos como la llegada del hombre a la luna, 1969, el intento de golpe de estado de 1982 o la caída del muro de Berlín, 1989. Los nacidos en los sesenta viven en primera persona una sociedad de consumo y un cúmulo de sucesos históricos positivos, en plena democracia. Los nacidos en los setenta, la generación X, explotará de manera específica, la cara más oscura de esa misma sociedad, la de los excesos, las drogas, el alcohol y el sexo. Rechazados en un primer momento y calificados de contraculturales, abandonan las normas y cauces de la narrativa tradicional para reflejar una sociedad moderna, fundamentalmente urbana en la que no funcionan los tópicos y normas previos y no hay otros que los sustituyan, donde la sociedad burguesa es desenmascarada en sus valores y los jóvenes se agrupan buscando identificarse con elementos que no les proporciona ya la familia ni la educación, se expresan sin cortapisas, utilizando, el humor, la parodia, la ironía y la provocación que refleja un mundo cercano, el mismo mundo que ellos viven día a día. De entre el grupo numerosísimo de novelistas jóvenes, quizá podríamos citar a José Ángel Mañas y su Historias del Kronen (1994), Ray Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría con Sexo, Prozac y dudas. También, Daniel Múgica, Benjamín Prado o Cristóbal Ruiz. Hay que decir, sin embargo, que la trayectoria de los miembros de esta generación que han sobrevivido a la vorágine comercial, han tomado, ya en el XXI, caminos narrativos más convencionales, empezando por el primero que abrió brecha, José Ángel Mañas, que acaba de publicar algo diferente, Caso Karen, en 2005, con signos de una narrativa mucho más convencional. Quizá hoy día, habría que interpretar la duplicidad entre la narrativa entendida como obra de arte y valorada por los especialistas, una minoría entendida o los propios críticos, y otra postura, seguida sobre todo por Arturo Pérez-Reverte, y representada por el éxito de las novelas de Dan Brown o Carlos Ruiz Zafón, para quienes es el éxito de lectores la medida de cualquier tipo de éxito literario. APÉNDICE Parece que es compleja la cantidad de sobrenombres y calificativos con que se reconocen distintos tipos de narrativa en el siglo XX, por ello, ofrecemos las siguientes aclaraciones:
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