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BLOQUE I Tema 2. Evolución y situación actual del español 1. Orígenes de la lengua española 1.1. El indoeuropeo Es el nombre que recibe el grupo de la mayoría de las lenguas de Europa y Asia meridional (más de 150 lenguas) Es la mayor familia de lenguas del mundo en número de hablantes. 1.2. Formación del español 1.2.1. Las lenguas prerromanas La Península presentaba distintas zonas ocupadas por pueblos a la llegada de los romanos:
También hubo colonias orientales de fenicios, cartagineses, tartésicos y griegos en las costas del Sur y en el Levante, aunque no influyeron lingüísticamente en nuestra lengua. 1.2.1.1. Influjo de las lenguas prerromanas Fonético
Morfosintaxis
Léxico
1.2.2. La romanización En el siglo III a.C. comienza la incorporación definitiva de Hispania al mundo grecolatino (primero Levante y Andalucía, luego Extremadura y la Meseta, y finalmente Galicia; el Norte peninsular no). La cultura romana traía el concepto de ley y ciudadanía, además de acabar con las luchas entre tribus los desplazamientos de pueblos y las pugnas entre ciudades. El sentido práctico de los romanos los hizo maestros en la administración, el derecho y las obras públicas. Además, supo apropiarse de la cultura helénica para copiar de ella lo que le faltaba. Su religión convivió en la Península con el culto a las divinidades indígenas. Para la difusión de la lengua latina, sólo fue necesario el peso del carácter oficial del idioma, la superioridad cultural y la conveniencia de usar una lengua común a todo el Imperio Romano. La desaparición de las lenguas primitivas no fue repentina, sino que se dio un período de bilingüismo más o menos largo. Los hispanos comenzarían a hablar latín en sus relaciones con los romanos, mientras que las hablas indígenas o prerromanas se irían refugiando en la conversación familiar hasta su latinización completa. El latín de España presenta rasgos léxicos menos modernos que el francés o el italiano, pero no por ello es una lengua más arcaizante. Nuestro léxico coincide con el portugués y el rumano; por tanto, tenemos dos zonas diferenciadas en la Romania: la central (italiano y francés) y la periférica (español, portugués y rumano). Esto es así porque, según algunos lingüistas, las innovaciones léxicas nacen en la metrópoli y se difunden del centro a la periferia. 1.2.2.1. El latín de los cristianos El cristianismo facilitó la rápida extensión del latín por la Península y su completa latinización. Sin embargo, se producen cambios para distanciarse de lo pagano del lenguaje religioso latino: altar por ara, iglesia por templo, abades, padres o curas por sacerdotes… También buscaron en el griego palabras con las que escribir el Nuevo Testamento: evangelio, ángel, apóstol, diablo, basílica, bautizar…). Además, se producen evoluciones semánticas: pagano (significaba “soldado”, pero al considerarse ellos soldados de Cristo, aquéllos ya no podían ser soldados puros), mundo (originalmente “limpio”, porque Dios limpió el mundo) o talento (era una moneda latina, pero acabó significando habilidad, porque todo aquél que tenía talento podía hacer lo que quisiera). 1.2.2.2. Palabras tomadas de otras lenguas El Imperio Romano, al invadir, toma palabras de las lenguas de los países conquistados. a. Helenismos: idea, filosofía, teatro, escena, oda, coro, atleta, escuela. b. Germanismos: guerra, guardar, robar, bandido, bando, embajada, tregua, orgullo, fresco, blanco… c. Celtismos: cerveza, camisa, carro… 1.2.3. El superestrato lingüístico germánico Los germanos invadieron España en el año 409 d.C, representantes de los germanos eran los suevos, vándalos y alanos. Estas agresiones germánicas se iniciaron desde el siglo III, pero fue hasta el año señalado arriba definitivamente cuando se incorporaron a la vida española. Los alanos fueron exterminados a los pocos años. Los vándalos permanecieron un poco más -se establecieron en Bética-, pero pronto se fueron al Africa. Los suevos permanecieron en territorio español más tiempo que los alanos y vándalos: "Villalán" (Valladolid) "Bandaliés" (Huesca). Suevos: "Puerto Sueve" en la región asturiana.
![]() Rutas tomadas por los pueblos invasores germánicos en la antigua España, los números representan el año de la invasión. Al comenzar el siglo VI llegaron los Visigodos, más civilizados que sus antecesores, se establecieron en la meseta castellana.Al principio evitaron la mezcla con los habitantes de Hispania porque tenían prohibido el casamiento con otra raza que no fuera la visigoda. Poco a poco esta actitud empezó a cambiar, hasta que en el año 655 se estableció la unificación jurídica para ambos grupos. Los visigodos transformaron las costumbres de los hispanorromanos, el derecho y la conciencia de Hispania como unidad independiente. Sin embargo, como eran muy poco numerosos, adoptaron la lengua de los vencidos. Es por ello que la influencia lingüística de los visigodos no fue muy grande:
1.2.4. El superestrato lingüístico árabe En el año 711 d.C. los árabes invadieron España; toda la península cae en manos de los musulmanes. Sólo en las montañas del norte quedan pequeños grupos humanos resistiendo. Los árabes, sirios y berberiscos, invasores, no traen mujeres, así que toman como esposas a las hispanogodas. Establecen su capital en Córdoba, que pronto se convierte en el centro de una esplendorosa civilización islámica. En el año 950, dos terceras partes de la Península Ibérica están en poder de los árabes. Florecen la agricultura, la industria y el comercio. En todo el territorio conquistado: el andaluz, se habla el árabe; sin embargo, los hispanogodos conquistados hablan su "lengua rústica". A estos habitantes de Andalucía se les llamó mozárabes así como a su lengua, las famosas jarchas son los primeros exponentes literarios en esta lengua. La influencia árabe en el español fue decisiva. Los musulmanes estuvieron más de siete siglos en tierras hispánicas. El vocabulario español contiene unas cuatro mil palabras de origen árabe: adalid, atalaya, zaga, tambor, alférez, acicate, alazán, acémila, acequia, aljibe, alberca, noria, alcachofa, zahahoria, alfalfa, azafrán, azúcar, algodón, maquila, azucena, azahar, arrayán, retama, mejorana, tarea, racamar, alfarero, taza, jarra, arracadas, marfil, azufre, azogue, aduana, almacén, arroba, fanega, maravedí, aldea, zaguán, alcoba, celosía, azulejo, alcantarilla, almohada, alfombra, almíbar, babuchas, laúd, ajedrez, tahur, alcalde, alguacil, albacea, guarismo, álgebra, alambique, alcohol, jarabe, elixir, cenit, baladí, baldió, añil, carmesí, fulano, en balde, hala, ojalá, alborozo, Guadalajara, Guadalquivir, Mancha, Calatayud, Guadalupe, Guadiana, etc. Los musulmanes también pasaron voces de otras lenguas a la nuestra. Del sánscrito, ajedrez; del persa: jazmín, naranja, azul; y del griego, alambique y acelga. Durante los siglos IX, X y XI, el romance siguió su evolución. Existen documentos notariales que así lo demuestran, dichos documentos emplean el latín, pero insertan palabras y construcciones romances. En las glosas emilianense y en las glosas silenses aparece ya conscientemente usada la lengua romance o castellano. 2. Variedades del español El español se divide en dos grandes zonas: la centro-norteña y la trasatlántica (Andalucía, Canarias y América). Aun así, en cada una de esas zonas existen diferencias sociolingüísticas y geográficas que hacen del español una lengua de gran diversidad lingüística. Se suele decir que la diferencia principal entre ambas zonas es el tipo de /s/, si bien en Andalucía Oriental el tipo de /s/ es igual a la centro-norteña, por lo que son muchas las dificultades a la hora de establecer de forma clara las diferencias existentes entre ambas zonas. 2.1. Diversidad lingüística del español en España En España, se suele decir que la diferencia básica entre ambas zonas está en la pronunciación de la /-s/ al final de sílaba o final de palabra (mientras que en la mitad norte ese sonido se pronuncia como /s/, en la mitad sur se convierte en una [h] aspirada que, en ocasiones, se pierde totalmente en posición final de palabra. Ej.: España = [ehpáña]; Las casas = [lah kása]). Se suele hablar de castellano, andaluz, murciano, canario, extremeño, aragonés y asturiano. Pero incluso dentro de estas variantes se producen diferencias, por lo que es difícil, por ejemplo de hablar de andaluz, canario o extremeño. Es por esto que no podemos hablar de dialectos, puesto que no son más que diferentes formas de pronunciar la misma lengua. Así, por ejemplo, las hablas andaluzas, las hablas castellanas o las hablas leonesas no son homogéneas. No todos los andaluces sesean o cecean ni tampoco todos los leoneses distinguen la /ll/ de la /y/ en la pronunciación. Además, las diferencias geográficas entre todas aquéllas no son absolutas, pudiéndose encontrar rasgos de una en otras. ![]() 2.2. El español de América Con la Conquista se planteó desde el primer momento la dificultad de enseñar el español a los indígenas. Pero, por otro lado, esto era fundamental para poder dominar los territorios y extender la doctrina cristiana. El problema se agravaba porque la diversidad de tribus diferentes y cada una con un idioma no conocido por el resto, obligó a los misioneros (los verdaderos maestros) a aprender primero las lenguas indígenas, para a través de ellas trasmitir la doctrina cristiana, pero con ello se ralentizó el proceso de aprendizaje del castellano:
Algunos de los principales rasgos del español de América
En conclusión el español americano posee características que lo diferencian del de España, las cuales se muestran, sobre todo, en la fonética (entonación y ritmo incluidos) y el léxico; menores diferencias en la sintaxis y la morfología donde destaca el fenómeno de voseo. Se conoce como voseo al uso del pronombre de segunda persona vos en lugar de tú o ti. El fenómeno se extiende en la actualidad por Argentina, Uruguay, Paraguay, parte de América central y algunas zonas de México. Para encontrar la explicación a éste fenómeno hay que remontarse al siglo XVI. Hasta esa fecha en el español de España se utilizaban como fórmulas de tratamiento vos (fórmula de respeto) y tú (fórmula familiar). Sin embargo, desde comienzos del s. XVI, en España deja de usarse vos, que pasa a ser sustituido primero por el ahora en desuso vuestra merced que evolucionaría fonéticamente hasta convertirse en nuestro actual usted. En cambio, al pasar este proceso a América, en las zonas mencionadas arriba, sería tú la forma que quedase en desuso, siendo sustituido por vos para el trato familiar y usted para el tratamiento de respeto. Por su parte, para las formas del plural en todas las zonas americanas dónde se vosea, se utiliza únicamente ustedes para ambos tratamientos, mientras que en España se mantuvo la diferenciación vosotros-ustedes. En resumen:
El cambio es, como decíamos, también importante para la fonética, pues, en aquellas zonas donde se vosea la morfología y la sílaba tónica del verbo se desplazan. Lo ejemplificamos marcando en negrita la sílaba tónica:
3. Situación lingüística actual en España En España existen junto al castellano o español otras lenguas cooficiales en sus regiones que son:
Según la Constitución Española de 1978, las lenguas de España son el castellano, el catalán, el gallego y el vasco. Sin embargo, en la actualidad, debido a cambios de estatuto en las distintas Comunidades Autónomas Valencia ha conseguido que, políticamente, el valenciano esté reconocido como lengua; si bien, lingüísticamente no es más que un dialecto del catalán, como también lo es el mallorquín. 3.1. ¿Castellano o español?
español. Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada. El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas. Asimismo, es la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.). Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el Reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región. En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación con las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco. Diccionario panhispánico de dudas ©2005 Real Academia Española © Todos los derechos reservados |