CAPÍTULO IX LA EDUCACIÓN HUMANISTA
Al finalizar la edad media, las concepciones teocentrista del ser humano van desapareciendo y dando inicio a un período de intensa actividad intelectual en el ser humano. A partir de esta época, el hombre se convierte en el centro de la sociedad, y por el hombre, también se debe entender todo lo por él producido. El Renacimiento rompe con la visión religiosa y triste de la vida, propia de la Edad Media, y de lugar a una actitud humana y placentera de la existencia. Identifiquemos algunas de las principales caraxaterísticas de la época renacentista: 1º El desarrollo de la ciudad y del pequeño Estado del Estado-Ciudad, frente al castillo y al monasterio 2º Un espíritu cosmopolita, universalista, basado en las relaciones comerciales y en los descubrimientos geográficos. 3º Una mayor consideración de la mujer, que participa en la vida social y política, y no sólo en la vida del hogar como en tiempos anteriores. 4º Una mayor riqueza económica con el desarrollo de los lazos comerciales y el sistema del crédito. Desde la perspectiuva pedagógica podemos decir que el Renacimiento significa sobre todo:
1º El redescubrimiento de la personalidad humana libre, independientemente de toda consideración religiosa y política. 2º La creación de la educación humanista, basada en el conocimiento de Grecia y de Roma. 3º La formación del hombre culto, ilustrado, fundada en las ideas de Platón y Quintiliano. 4º La formación del cortesano instruido y urbano 5º El cultivo de la individualidad, de la personalidad total y no sólo de la religiosa y mística. 6º El desarrollo del espíritu de libertad y de crítica
7º El estudio atractivo y placentero. 8º El cultivo de las materias realistas y científicas. 9º La atención a la vida física, corporal y a la estética. 10º El desarrollo de las invenciones técnicas, como la imprenta, facilita la difusión de la cultura y la educación en las masas. 11º Surge un nuevo tipo de institución educativa, el Colegio humanista o escuela secundaria, basado en el estudio del latín y de griego.
1. LA EDUCACIÓN HUMANISTA EN ITALIA
Como sabemos El Renacimiento empezó en Italia, a fines del siglo XIV, haciendo de sus ciudades y Estados los más cultos de Europa. La educación humanista no tenía, sin embargo, un carácter erudito: se consideraba al latín y al griego, ahora descubierto, como medios o instrumentos para la nueva actitud ante la vida: desarrollo de la personalidad, libertad de pensar y de actuar, sentido terrenal, gozoso, de la vida. La influencia humanista fue naturalmente mayor en la enseñanza y la cultura superior, en las academias fundadas al estilo platónico y en los ateneos docentes. Asimismo, lo fue en las cortes de los Príncipes italianos, de las cuales la más importante fue la de los Médicis en Florencia. El ideal de educación del hombre del Renacimiento, tal corno aparece en El Cortesano, comprende en primer lugar los ejercicios físicos, el salto, la carrera, la natación, la lucha, la equitación, el juego de pelota, la danza y la caza, pero todo ello realizado con gracia "que es la sal que se ha de echar sobre todas las cosas para que tengan gusto y sean estimadas". Mas el cortesano ha de saber también escribir y hablar bien, sin afectación, no sólo en latín, sino también en italiano; ha de conocer asimismo la música y la pintura, y en general, ha de ser "ornado y ataviado en el ánima como en el cuerpo". Mencionemos ahora algunos de los humanistas m+as destacados en Italia: Petrarca (1304.1374), el gran poeta florentino, aunque de época anterior, que fue a la vez un gran humanista, conocedor de la antigüedad clásica, y creador de la nueva sensibilidad poética. No escribió sobre educación. Guarino de Verona (1374-1460), discípulo del primer griego que enseñó en Italia, Crisolaras, fue profesor de este idioma en Florencia, Venecia y Verona, y educador del hijo del príncipe de Ferrara. Acentuó en la educación el valor de la lengua y la cultura helénicas y latinas e insistió en la necesidad de conocer la gramática y la retórica. Pedro Pablo Vergerio (1370-1444), contemporáneo de Guarino y de da Feltre, difiere sin embargo de ellos por su apego excesivo a las letras clásicas, considerándolas como fines en sí. Escribió una obra Sobre las costumbres nobles y los estudios que competen a los hombres libres. Vittorino da Feltre (1373.1446). enseñó gramática y matemáticas durante veinte años en Padua; allí se le confió la educación de los hijos del príncipe Juan Francisco Gonzaga. En Padua también abrió una escuela, que ya hemos mencionado, la Casa Giocosa, en la que enseñó a los hijos de los príncipes, de los nobles y de gente humilde durante veintidós años. Fue en realidad la primera escuela nueva de Europa. León Bautista Alberti (1404.1472), revela una mayor personalidad en su actuación y en su obra de la familia, en la que trata de la educación de los niños. Recomienda en ella el empleo de la lengua materna, compatible con las clásicas, así corno los ejercicios corporales, pues la quietud hace daño a los niños y en cambio el ejercicio les favorece. Podemos decir que los teóricos de la educación humanista italiana, no tuvieron en sus obras pedagógicas de la originalidad que tuvieron sus artistas y maestros. 2. LA EDUCACIÓN HUMANISTA EN LOS PAÍSES NÓRDICOS
El Renacimiento pasó en el siglo XV de Italia al resto de Europa. Los comienzos del movimiento humanista habían sido realizados antes en Holanda por medio de una Orden de los Jeronimianos, los "Hermanos de la vida en común" fundada por Gerardo de Grote, en el siglo XIV en Deventer, la cual se extendió poco a poco por toda Holanda y el occidente de Alemania.
Aparte de las escuelas de la Orden, en Alemania surgieron otras escuelas municipales, con enseñanza primaria y secundaria, y otras de este último carácter que tuvieron una influencia enorme no sólo en aquel país, sino en toda Europa, los Gimnasios o Colegios secundarios. Este tipo de escuelas se basaba en la enseñanza del latín y el griego, pero daban también la de las restantes materias humanistas. Entre los principales educadores y pedagogos humanistas de la región nórdica podemos mencionar a: Rodolfo Agrícola (1433-1485), el verdadero fundador de la cultura humanista. Sus ideas las ha expuesto en su "Carta" a un joven patricio de Amberes con el título de Jormando studio, en la que antepone el estudio de la filosofía a las demás materias porque ella enseña a pensar y juzgar rectamente, a expresarse con acierto y a obrar moralmente. Para aprender bien se requieren tres condiciones: comprender lo que se lee y aprende; retener en la memoria lo que se ha comprendido y producir o aportar algo personalmente. Jacobo Wimpfelin (1450-1528), más educador que Agrícola, se le puede considerar como el primer pedagogo humanista germánico. Escribió varias obras: Isidoneus germanicus (Iniciación de la juventud alemana), Adolescencia y Germania. Para él lo decisivo es la formación moral y religiosa: los clásicos deben ser seleccionados conforme a ella. En su libro el Preceptor germánico trata de las condiciones que debe reunir el maestro. Joham Reuchlin (1455-1522), defensor de la enseñanza del hebreo, junto al latín y al griego. Luchó también contra la escolástica y la teología dogmática y contra las órdenes religiosas degeneradas en la época, coincidiendo en esto también con Erasmo. Erasmo (1467-1536). El más grande de los humanistas y el más importante de los pensadores del Renacimiento nórdico, nació en Rotterdam (Holanda), pero en su vida fue cosmopolita, pues vivió y trabajó en los principales países de Europa. Estudió en la escuela de Deventer de los "Hermanos de la vida en común"; se hizo fraile y después sacerdote y fue a estudiar a la universidad de París. La educación debe comenzar desde la primera infancia, y en ella se deben aprender las palabras antes que las ideas o las cosas. Pero el idioma, empezando por el latín, se ha de aprender por medio del ejercicio y no por la gramática. Realza la necesidad de tener maestros bien preparados. Asigna también un fin social a la educación y la obligación de que los gobernantes y los eclesiásticos se preocupen de ella. El mayor interés de Erasmo era sin duda los estudios literarios, pero también se ocupó de los religiosos; como es sabido tradujo al griego el Nuevo Testamento. En general Erasmo falló, como todo su tiempo, en reconocer el valor de la lengua materna y el de las materias científicas, realistas, en la educación, aunque recomendó insistentemente que la enseñanza fuera agradable y atractiva.
3. LA CULTURA HUMANISTA EN ESPAÑA La cultura humanista en España se inició a fines del siglo XV y se desarrolló en el XVI. Como en todos los países, su origen se halla en Italia y tuvo también un carácter minoritario. El humanismo en España adoptó asimismo las ideas de Erasmo. Sin embargo, hubo un movimiento humanista importante, que se centró en la creación de la Universidad de Alealá, por el eminente Cardenal Cisneros en 1500, y en la organización en ella del famoso Colegio Trilingüe, donde se enseñaba el latín, el griego y el hebreo. Allí se elaboró también la célebre Biblia políglota, que ha sido uno de los monumentos del humanismo, y que no le quedó en zaga a la traducción de Erasmo. Otro centro de humanismo, más limitado, fue la Universidad de Salamanca, donde enseñaron algunos famosos humanistas como Fray Luis de León y Francisco de Vitoria.
Es importante hacer mención de los principales pensadores españoles de la época. Entre ellos Antonio de Nebrija (1444-1522), que había estudiado en Italia, y que fue el creador de la moderna gramática española; a los hermanos Valdés, uno de los cuales, Juan, fue el gran escritor, autor del Diálogo de la lengua, que es un texto clásico de la lengua castellana; a Francisco de Vitoria (1486-1546), uno de los fundadores del derecho internacional moderno; a Pedro Simón de Abril (1530-1590), traductor de textos griegos y latinos; a Arias Montano (1527-1598), autor de una nueva versión de la Biblia; al gran escritor Fray Luis de León (1527-1591), y otros. Entre los educadores humanistas figura en primer lugar: De relevancia particular podemos encontrar a Juan Luis Vives (1492-1540). El más grande de los humanistas españoles y uno de los mayores europeos, que puede paragonarse con Erasmo, Rabelais o Montaigne, nació en Valencia el mismo año del descubrimiento de América. Entre sus obras pedagógicas más importantes hay que contar: De la razón del estudio pueril, De tradentis disciplínis (Del modo de enseñar las ciencias), De alma y vida y De la instrucción de la mujer cristiana. Vives fue influido en sus ideas pedagógicas por Quintiliano y Erasmo, pero tuvo sus caracteres propios. Uno de los rasgos más esenciales de la pedagogía de Vives fue su aplicación de la psicología a la educación. "Cada dos o tres meses -dice los maestros deliberarán con paterna] afecto y grave discreción el espíritu de sus alumnos y asignarán a cada uno aquel trabajo para el que parezcan más adecuados". Vives recomienda el partir de los objetos sensibles, naturales para llegar a las ideas. "La juventud -dice- encontrará el estudio de la naturaleza más fácil que un asunto abstracto, porque sólo necesita la aplicación de los sentidos. . . ". Vives recomienda también el uso de la lengua materna en la enseñanza de las lenguas clásicas. Finalmente, Vives recomienda el empleo del método inductivo y experimental, en contraste con el puro deductivo y dialéctico de su tiempo
4. LA EDUCACIÓN HUMANISTA EN INGLATERRA
Al mismo tiempo que a España, llegó la influencia humanista a Inglaterra, y como allí de Italia, por medio de unos graduados universitarios que fueron a Florencia a estudiar el griego y que a su regreso introdujeron las nuevas doctrinas en Oxford, y después en las escuelas secundarias. La escuela de San Pablo influyó considerablemente en las demás public schools (colegios secundarios fundacionales). La educación humanista se introdujo en las dos universidades existentes, Oxford y Cambridge, creándose nuevas cátedras de latín y griego y nuevos colegios universitarios en el sentido de ser más educativos. Pero la influencia principal, como se ha dicho, fue en las escuelas secundarias, que a partir de esa fecha alcanzaron un nivel mucho más elevado en sus estudios. No existen en esta época grandes pedagogos o teóricos de la educación inglesa, pues la mayor parte de ellos pertenecen a la época posterior de la Reforma protestante, de que se hablará después. El más conocido de este tiempo es Thomas Elyot (1490-1546), que escribió una obra titulada El libro llamado el Gobernador (The booke named the Governeur), muy influido por las ideas de Castiglione y Erasmo y que es el primero escrito en inglés sobre educación.
5. LA EDUCACIÓN HUMANISTA EN FRANCIA
El desarrollo de la educación humanista fue más tardío en Francia. No hubo realmente hasta mucho más tarde una influencia directa en la realidad educativa. La Universidad de París, permaneció enquistada en las doctrinas escolásticas, y las órdenes religiosas siguieron con su enseñanza rutinaria. Entre los primeros s humanistas franceses hay que contar a Guillermo Budé (1456-1345), que fue el inspirador de Francisco I para la creación del Colegio de Francia con cátedras de latín, griego, hebreo y matemáticas y el autor de un tratado Sobre la educación del príncipe, dirigido al rey pidiéndole su apoyo contra la Iglesia y la Universidad. Otro de los humanistas más distinguidos fue Petrus Ramus (1515-1572), quien luchó bravamente contra la escolástica reinante en la enseñanza francesa y unió la dialéctica (filosofía) a la retórica, cosa desusada en la época. Rabelais (1495-1553). Rabelais es el precursor del realismo y el naturalismo en la pedagogía. Parte de la idea de que hay que mantener la educación en relación con la naturaleza, y ello supone que hay que atender en primer lugar al cuerpo, que es necesario aplicar la higiene, la limpieza y los ejercicios físicos con gran amplitud y cuidado; y para ello exige la vida al aire libre e indica una serie de ejercicios físicos que debe realizar el educando. En el aspecto intelectual, Rabelais es el primero en reconocer todo el valor de las ciencias en la educación, pero éstas no se deben aprender en los libros sino en la naturaleza.
Montaigne (1533-1592). El hombre más representativo del humanismo francés, el aristócrata señor de Montaigne, ha escrito en sus Ensayos algunas de las páginas más brillantes sobre la educación que caracteriza a esta época. Aunque tampoco tuvo experiencia directa de la enseñanza, sus recuerdos personales le sirvieron de orientación, tanto en la parte negativa y crítica como en la constructiva. Las ideas de Montaigne se hallan también inspiradas en el realismo y en el naturalismo.
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