descargar 67.25 Kb.
|
TEMA 6: LIBERALISMO, NACIONALISMO Y ROMANTICISMO EN LA EUROPA DEL XIX LA RESTAURACIÓN Introducción El siglo XIX se inicia con una crisis general en Europa, resultado de la descomposición del Antiguo Régimen, acelerada por los cambios introducidos por la Revolución Francesa y el Imperio napoleónico. La Revolución Francesa será bandera para todo el movimiento revolucionario burgués en la primera mitad de siglo. Por otra parte, el imperialismo napoleónico despertará la conciencia nacional en los diferentes pueblos europeos. Los privilegiados del Antiguo Régimen tratan por la represión y el orden tradicional de defender sus posiciones, en peligro de desaparecer por la agitación revolucionaria. La naciente burguesía industrial evolucionará desde posturas radicales hacia posiciones más moderadas, temerosa de verse sobrepasada por la agitación popular. Las clases populares urbanas, y, entre ellas, el creciente proletariado, quedarán decepcionadas por los programas liberales, radicalizándose desde mediados de siglo. En este marco se desarrolla la política europea de la primera mitad del siglo XIX. ![]() Uno de los primeros acontecimientos es el intento de las potencias vencedoras de Napoleón de detener el curso de la historia, intentando volver a la situación anterior a la Revolución Francesa. Este intento, conocido con el nombre de Restauración, se formulará en el Congreso de Viena. Concepto de Restauración. Sus bases ideológicas Restaurar significa volver algo a su estado primitivo. Entendemos por Restauración el movimiento contrarrevolucionario europeo que se organizó en el Congreso celebrado en Viena en 1814-15 y que pretendía una vuelta al pasado en todos los terrenos. Supone, por tanto, una vuelta a la monarquía absoluta y a la Iglesia todopoderosa. Es lo que se llama la defensa del trono y del altar. Ello presupone la negación del parlamentarismo, la suspensión de las desamortizaciones y la lucha a muerte contra todo lo que huela a liberalismo. El Congreso de Viena: el nuevo mapa europeo y la Santa Alianza Es en gran parte obra de Metternich, canciller austriaco. Pretende:
Se decide realizar un nuevo mapa europeo olvidando las aspiraciones nacionales. Explicación del mapa: ![]() ![]() Grandes árbitros de la Restauración europea. 1815
La Santa Alianza La idea parte del zar ruso Alejandro I, que quiere convertirse en el árbitro de las relaciones europeas para aumentar su influencia. Se trata de un acuerdo entre los reyes de Europa para defenderse conjuntamente de la Revolución. Es una "Internacional Reaccionaria". Es la primera organización supranacional de la época contemporánea. El intervencionismo en los asuntos internos de otros países queda plenamente justificado. El parlamento británico, dominado por los liberales, rechaza todo derecho de intervención, convirtiendo así a Gran Bretaña en la patria de los liberales. Pero en 1815 entra en la Cuádruple Alianza con Rusia, Austria y Prusia. Se toman dos acuerdos principales: 1º) Garantizar los tratados impuestos a Francia. 2º) Celebrar congresos internacionales para solucionar los problemas europeos. Nace la "Europa de los Congresos" (1815-30). En 1818 entra Francia y se forma la Quíntuple Alianza. Los reyes se comprometen a defender: - La monarquía absoluta - La organización eclesiástica - La familia - El sistema de privilegios - Las corporaciones profesionales. Se dictamina que el sufragio universal es antinatural: las mayorías sólo pueden expresar la voluntad de los más ignorantes; en ningún caso la verdad. La ideología conservadora es la expresión de los intereses de los grupos privilegiados: nobleza, clero, alta burguesía (la mediana y pequeña es liberal), alta burocracia y terratenientes. Los enemigos de la Restauración serán los liberales y los incipientes socialistas. La Santa Alianza se va a ir descomponiendo por una serie de razones: - Sacudida revolucionaria de 1820 - Fernando VII no es ayudado para recuperar América, aunque sí lo fue para volver al absolutismo: 100.000 hijos de San Luis. Y no fue ayudada por motivos económicos: a Inglaterra le interesaba una América española libre. - En el Congreso de San Petersburgo (1824-25) se contrapusieron los intereses particulares de cada potencia.- Oleada revolucionaria de 1830. Restauración en los diversos países europeos
LIBERALISMO Y NACIONALISMO LAS REVOLUCIONES BURGUESAS Introducción Ambas teorías son los dos principales obstáculos con los que se enfrenta la Restauración. Los cambios de todo tipo introducidos por la Revolución Industrial son de tal importancia que no era posible el paso atrás que significaba la Restauración. Ello explica que a lo largo del XIX se den oleadas sucesivas de revoluciones burguesas que lucharán por la implantación definitiva del Nuevo Régimen. Con frecuencia, ambos fenómenos se dan unidos; es decir: se lucha por la implantación del liberalismo y del nacionalismo al mismo tiempo. Estas luchas se materializarán fundamentalmente en las revoluciones liberal-nacionalistas de 1820, 1830 y 1848. ![]() Liberalismo: origen, concepto y características El liberalismo es una doctrina que apareció a finales del S. XVIII y se desarrolló plenamente en los siglos XIX y XX. Impuso una nueva concepción del mundo acuñada por la burguesía. En su origen, el liberalismo, cuyos principios son formulados por Locke, es heredero de la Ilustración y del librecambismo de Adam Smith. La burguesía, por las restricciones que para la industria y el comercio suponía la legislación gremial propia del Antiguo Régimen, será quien mejor defienda tal concepto, en cuanto que le va a ayudar a imponer sus intereses de clase en ascenso: - políticos: acceso al poder mediante el voto censitario - económico: libertad de comercio - culturales: libertad de expresión. Los principios liberales, asumidos y defendidos por la burguesía, son recogidos por las Declaraciones de los Derechos del Hombre, tanto americana (1776) como francesa (1789), y pasarán a formar parte de los textos constitucionales que va surgiendo en los siglos XIX y XX. En lo económico surgen de la revolución industrial y en lo político de las revoluciones burguesas del siglo XIX. De modo que podemos definir el liberalismo como la filosofía político-económica de la burguesía que sustenta al capitalismo. El liberalismo político es la teoría que postula la libertad de pensamiento, actuación y elección por parte de los individuos de una comunidad que tienen igualdad de derechos, deberes y oportunidades, y cuya conducta está limitada por leyes que tienden a ejercer la menor coacción para que la libertad individual pueda desarrollarse dentro del respeto al bien común. Sus características principales son: 1) Soberanía nacional, ejercida por el pueblo a través de sus representantes en el Parlamento, encargado de controlar la gestión del gobierno. El rey sólo tiene un poder delegado del pueblo y ha de gobernar en beneficio de éste. Los ciudadanos se agrupan en partidos que presentan programas y realizan su propaganda para acceder, mediante elecciones, a los parlamentos. 2) Igualdad ante la ley, en un principio incompleta, sólo lo era ante el impuesto y los tribunales, pero no en las elecciones a causa del sufragio censitario. 3) Equilibrio y separación incompleta de poderes: ejecutivo- el rey gobierna junto con sus ministros, estando su gestión sometida a la publicidad merced a la libertad de imprenta-, legislativo -Parlamento unicameral o bicameral-, que a prueba las leyes y controla la gestión del ejecutivo y judicial -tribunales-, encargado de aplicar las leyes con independencia de los otros poderes. 4) Monarquía limitada por una Constitución. También hay liberales republicanos, que en algunos países irán aumentando sobre todo a partir de la I Guerra Mundial. 5) Libertad individual: de conciencia, pensamiento, culto, expresión hablada y escrita, reunión y asociación. 6) Aconfesionalidad del Estado, que rechaza la primacía de una religión, estableciendo el matrimonio civil, la enseñanza neutra o laica y la secularización de los bienes del clero (desamortizaciones), cayendo con facilidad en un anticlericalismo visceral como réplica a la postura beligerante de la Iglesia frente al liberalismo. 7) Descentralización en favor de los municipios. 8) Espíritu de tolerancia, sobre todo hacia las nuevas doctrinas científicas. Pero la burguesía instalada en el poder se muestra intolerante con el movimiento obrero. El liberalismo económico es la otra cara de la moneda del liberalismo político, que teoriza sobre las bases del capitalismo. Sus características principales son: 1) Defensa de la propiedad privada sin límites, como posibilidad de que el hombre logre su felicidad a través de la libre y leal competencia; para ello se establecen unas leyes muy duras frente a los delitos contra la propiedad. 2) Libertad plena de actividades económicas -industria, comercio y contratación laboral-, sin ninguna planificación o dirigismo del Estado, según el lema laissez faire, laissez passer, siendo reguladas únicamente por la libre competencia basada en la ley de la oferta y la demanda; incluso se prohíbe el asociacionismo obrero bajo pretexto de una supuesta defensa de la libertad. ![]() Parte de estos principios, tanto políticos como económicos, serán adulterados por la burguesía en el poder, que los orientará en beneficio propio. Pronto se llegará al capitalismo monopolista, que rompe el principio de la libre competencia. Se dará el Estado guardián, que únicamente cuida de mantener las libertades individuales citadas, descuidando la justicia social. El obrerismo, con sus reivindicaciones sociales y políticas, será el factor principal para que se inicie, en la segunda mitad del siglo XIX, una revisión de los postulados liberales. Se llega así, sobre todo después de la crisis de 1929, a una reforma del liberalismo postulada por Keynes. Su punto de partida es la idea de que el Estado liberal no debe inhibirse, y su legislación debe estar guiada por el principio de un bienestar humano compartido por todos los ciudadanos. Por otra parte, la no intervención del Estado no implica ausencia de coacción, ya que ésta es de varios tipos y depende de muchas circunstancias, por lo que debe tenderse a reducirla al mínimo, pero tanto la del Estado como la de los grupos o personas que, por su situación social, puedan ejercerla. Así, la libertad de contratación sin restricciones legales, defendida anteriormente, deja paso a la idea de que en aquellos casos en que la capacidad de negociación entre patrón y empleado es notablemente desigual -como ocurre en los contratos de aparcería, en los que no aceptar las condiciones del dueño de la tierra significa el desahucio y el hambre-, la coacción real de un contrato de este tipo es más opresiva y lesiva para la libertad que la ejercida por el Estado cuando restringe la contratación libre, con objeto de proteger a la parte más débil. Se establece también que el derecho a la propiedad privada debe estar limitado por el bien común. El Estado debe crear unas condiciones sociales -financiación y obligatoriedad de la enseñanza, control sanitario en favor de la salud pública, etc.- que favorezcan la tendencia a una menor desigualdad de oportunidades. Actualmente, el liberalismo ha pasado de ser una ideología adaptada -a veces distorsionando sus propios principios- a los intereses de la clase burguesa a ser una filosofía social que tiene en cuenta los intereses generales de la comunidad. En este sentido, los principios del liberalismo democrático han sido asumidos, en mayor o menor medida, por una diversidad de ideologías, que van desde los partidos denominados liberales hasta los democristianos, socialdemócratas, socialistas e incluso los anteriormente llamados partidos eurocomunistas. Resumen desde 1929: A partir de la crisis del 29, el liberalismo sufre una reforma propugnada por Keynes, que básicamente consiste en que el Estado tiene que intervenir más en la vida económica: fijación del salario mínimo, realización de obras públicas y creación de empresas públicas para crear empleo, etc. En la actualidad, algunos liberales vuelven, de la mano de Hayek, a postular una mínima intervención del Estado en la vida económica (neoliberalismo o neocapitalismo). El liberalismo político ha contagiado a las demás ideologías, incluido el socialismo. El nacionalismo El nacionalismo es una consecuencia de la revolución francesa y de la expansión napoleónica por Europa. Es una de las fuerzas políticas más poderosas de finales del XIX y del XX (las otra son: liberalismo y movimiento obrero).Surge unido al liberalismo, lo que significa que una parte importante de los liberales son, al mismo tiempo, nacionalistas. Históricamente, el intento de construir un moderno Estado-nación es paralelo a la ascensión de la burguesía al poder. En Alemania, el nacionalismo es de tipo conservador, y en Italia liberal. Principales formulaciones teóricas Antes de nada, conviene definir la nación y el Estado. Una nación es un conjunto de individuos con una serie de vínculos entre sí, sobre todo económicos y culturales, y con una historia común. Una nación puede formar por sí sola un Estado o integrar un Estado plurinacional. Un Estado es un conjunto de instituciones políticas, jurídicas y administrativas que tienen jurisdicción sobre toda la población de un territorio limitado por fronteras. Tiene tres elementos fundamentales: territorio, población y poder. La formulación germánica, propugnada por Herder, dice que no hace falta que los individuos tengan conciencia de pertenecer a una misma nación para que exista dicha nación. Si existe una historia más o menos común, una lengua, unas tradiciones comunes, esos individuos forman una nación lo quieran o no. Se trata de una concepción romántica, ya que el conjunto de personas que forman una nación tienen una fuerza interior, irracional e inaprensible para la razón humana, que se manifiesta por el lenguaje, las costumbres, la historia, el folklore, las leyendas populares, etc .La formulación latina, de Mazzini, es una formulación democrática, liberal: Hace falta conciencia y voluntad de pertenecer a una misma nación para que dicha nación pueda existir. Esta concepción fue puesta de manifiesto en la revolución Francesa. La consecuencia de la soberanía nacional se concreta en el derecho de autodeterminación de los pueblos. A la libertad natural del individuo le sigue la libertad del conjunto y su derecho a la autodeterminación y a la independencia. Los nacionalistas potencian las señas de identidad de una nación para marcar las diferencias con las demás: la lengua, la historia, las costumbres... Estas ideas son pronto utilizadas por los conservadores en el sentido de que las tradiciones de ese pueblo se consideran como una manifestación permanente de la que llaman "personalidad nacional", que se considera atemporal y de esta manera se justifica la continuación del status político, social y económico .La exageración de estas características llevará a una idea de superioridad, que será una base ideológica fundamental del imperialismo y del fascismo, como veremos cuando estudiemos dichos temas. Panorámica general del nacionalismo europeo en el siglo XIX En 1815 se nos presenta este panorama:- Dos naciones divididas: Alemania e Italia. La primera en 39 estados; la segunda, en 7. Es decir: una nación y varios estados.- Dos estados plurinacionales (un Estado y varias naciones):- Austria: germanos, checos, eslovacos, polacos, eslovenos, croatas, serbios, húngaros, rumanos e italianos.- Imperio otomano: turcos, griegos, búlgaros, serbios, albanos y rumanos. Pero mientras el imperio otomano es débil y se va desintegrando desde el siglo XVII, el austriaco es fuerte, y sólo se desmembrará después de la Primera Guerra Mundial (1914-18).- Nacionalidades sometidas:- Irlanda al Reino Unido (Escocia, Inglaterra, País de Gales)- Noruega a Suecia- Los finlandeses, bálticos y parte de los polacos a Rusia- Otra parte de polacos a Prusia. Etapas 1) 1789-1815: Europa vive bajo los efectos de la R.Francesa. Nacionalismo fomentado por la ocupación francesa: España, Rusia. 2) 1815-1850.- Bajo los efectos de la primera, segunda y tercera revoluciones burguesas. Se producen intentos nacionalistas con un objetivo: destruir las amalgamas. En 1838 hay revoluciones en Italia, Polonia, Hungría, Alemania y otros países. El ejemplo más representativo es la independencia de Grecia de Turquía en 1830. 3) 1850-1878: Triunfo del nacionalismo. Los nuevos estados adoptan la política liberal. Es importante el trabajo de las "intelligentia" culturales. Estos grupos culturales dan origen a un renacimiento literario y cultural de cada país para diferenciarse de los demás. El nacionalismo tiene distintos procesos en Europa:
Las revoluciones liberales - nacionalistas Se llaman así porque en ellas van de la mano, en gran parte de los casos, las dos grandes ideologías. La mayoría de los nacionalistas de la época son también liberales, con la excepción de muchos nacionalistas alemanes. Las transformaciones económicas, sociales e ideológicas llevan a los cambios políticos. Dicho de otra manera: el desarrollo del capitalismo industrial, el predominio de la burguesía y la supervivencia del liberalismo llevan a la democracia política. En este marco se encuadran las revoluciones de 1820, 30 y 48.Hay una dicotomía en la Restauración entre la realidad económico-social y la política, que traerá conflictos entre el liberalismo democrático y la contrarrevolución conservadora. Durante la primera mitad del XIX se suceden y enfrentan las revoluciones liberales y las reacciones absolutistas. Dichas revoluciones liberales se inician por lo general en Francia y se extienden por el resto de Europa occidental y central. ![]() La primera oleada revolucionaria se produjo en 1820. Hay que tener en cuenta que previamente se habían producido algunas intentonas aisladas, que fueron reprimidas. La de 1820 tuvo su inicio en España, donde su éxito inicial provocó la instauración de un régimen constitucional (El Trienio Constitucional, 1820-23). De España se extendió por todo el sur de Europa, surgiendo movimientos similares en Portugal, Piamonte, Reino de las Dos Sicilias y Grecia. Se trataba de acciones de conspiradores, que no tenían detrás una base social burguesa sólida que las apoyase. De acuerdo con los principios de la Santa Alianza, la acción de las fuerzas absolutistas debía aplastar estas revoluciones. Y así ocurrió con España, donde un ejército francés restituyó a Fernando VII como monarca absoluto, o en Italia, donde los ejércitos austríacos sofocaron el levantamiento nacionalista. Sin embargo, hubo fisuras en esta solidaridad absolutista. La rebelión griega fue al mismo tiempo liberal y nacionalista, por cuanto reivindicaba la independencia del Imperio turco. En este caso Rusia, Inglaterra y Francia apoyaron a los griegos, que lograron la independencia. Globalmente, las revoluciones de 1820 fueron un fracaso. En 1830 se produjo una segunda oleada revolucionaria. Comenzó en Francia, donde la reacción antiabsolutista triunfó rápidamente, dando paso a una monarquía liberal moderada en la figura de Luís Felipe de Orleáns. El ejemplo francés fue seguido, en gran parte de Europa y triunfó en Bélgica, que alcanzó la independencia de los Países Bajos. Por otra parte, en toda Alemania comenzó a extenderse la idea de un nacionalismo alemán. En cambio, fueron aplastadas en Polonia por la represión ruso-prusiana, y en Italia por la intervención austríaca. Las revoluciones de 1830 triunfaron donde a una base burguesa poderosa se unió la presión popular (Francia o Bélgica). Fracasaron en los países con una burguesía débil y unas fuerzas reaccionarias todavía fuertes, caso de Italia y Polonia. El resultado fue que a partir de 1830 aparece una Europa occidental liberal y otra central y oriental sometida aún al Antiguo Régimen. El balance fue negativo para esta última, ya que los triunfos parciales de las revoluciones significaron el inicio del fin del absolutismo en Europa. La última gran oleada liberal se produjo en 1848. Su significado se encuentra en que al tiempo que fue un nuevo ataque al Antiguo Régimen, se produjo un enfrentamiento dentro del liberalismo entre moderados y demócratas, al tiempo que hacen su aparición reivindicaciones de tipo obrerista. La crisis económica promovió reivindicaciones socialistas, provocando una progresiva separación y creciente antagonismo entre burgueses y obreros. Esto distingue la revolución del 48 de las anteriores. Comenzó en Francia, donde los grupos sociales marginados por el régimen liberal censitario, surgido de la revolución de 1830, reclamaban una apertura democrática y progresista. La monarquía de Luís Felipe de Orleáns cayó sin lucha, dando paso a una república de liberales-radicales. Una oleada revolucionaria recorrió Europa. En Austria adquirió el doble carácter liberal y nacional en algunas zonas del imperio. Afectó de nuevo a Italia con el trasfondo de la unidad, al igual que en los estados alemanes. Pero el balance de esta oleada fue el fracaso tras un primer momento de triunfo. Fueron aplastadas las revoluciones en Austria, Italia y Alemania, y en Francia se produjo un giro de tipo conservador. Globalmente, el intento democrático de 1848 resultó fallido, si bien introdujo constituciones moderadas por toda Europa central (Austria y Alemania) y consiguió ampliar en la mayor parte de países concesiones hacia sistemas democráticos de sufragio universal. ![]() UNIFICACIÓN ITALIANA Y ALEMANA LA UNIFICACION ITALIANA ![]() Cuando cae el Imperio Romano de Occidente (476) Italia pierde su unidad. En el siglo XIX está dividida en siete estados y los austríacos, que ocupan el Norte, se oponen a la reunificación, que en principio desea sólo la minoría culta italiana. Durante la etapa napoleónica (1789-1814), los austríacos son vencidos y los franceses ocupan el norte. Surgen, en este momento, una serie de “Repúblicas hermanas” vinculadas a Francia En el Congreso de Viena (1815) se estableció reponer en el trono a los reyes destituidos en la etapa anterior, entre ellos al rey de Austria. Este país vuelve a ejercer su influencia en toda Italia desde el reino lombardo-véneto. La idea de la reunificación surge a mediados de siglo (1849-59) y se conoce como "Il Risorgimento" Hay tres posturas diferentes sobre la futura unificación:
El ejército austríaco invade el Piamonte (1859). Los austríacos son vencidos con la ayuda de Inglaterra, Rusia y, sobre todo, la Francia de Napoleón III. Pero Napoleón III firma la paz con Austria por miedo a que la guerra se generalice. Cavour dimite decepcionado por esta traición. El Piamonte se anexiona la Lombardía -antes austríaca-, pero Austria seguirá interviniendo en los asuntos italianos desde Venecia. Hay una serie de Estados del centro de Italia que piden la anexión al Piamonte. Francia se anexiona Niza y Saboya. Cavour vuelve al poder y en 1860 logra que se elija un Parlamento para toda Italia. En ese mismo año, Garibaldi, con las Camisas Rojas, desembarca en Nápoles y arrebata el poder a su rey Francisco II. La revolución se extiende a otros puntos y Cavour envía un ejército para acabar con ella. En 1861 Garibaldi reconoce a Víctor Manuel como rey de toda Italia y éste es proclamado. Esta proclamación es ratificada en los diversos estados con plebiscitos populares. Venecia se anexionó en 1866. Los italianos habían ayudado a Prusia en la guerra austro-prusiana y, al vencer Prusia, Italia recupera Venecia. Sólo quedaba Roma, a la que se quería convertir en la capital del nuevo estado. El Papa se niega a cederla (Estados Pontificios) y Napoleón III lo apoya. La derrota de Sedán frente a los prusianos obliga a Francia a retirar sus tropas de Roma. Los italianos toman Roma en 1870 y, un año después, se convierte en la capital del reino. Pío IX se opone y excomulga al gobierno italiano y se considera su prisionero. Italia inicia una política megalómana que ha sido vista por algunos historiadores como un precedente del fascismo. LA UNIFICACIÓN ALEMANA ![]() Diferencias con la unidad italiana Desde la época del Sacro Imperio Romano Germánico, a pesar de existir una lengua y cultura común, no existía un Estado unificado. Subsistían particularismos locales y antagonismos religiosos, predominando los luteranos en el norte y los católicos en el sur. El proceso unificador alemán tiene una serie de diferencias con el italiano: - Aunque existía unidad lingüística y cultural, la división en pequeños Estados era mucho mayor. - El proceso unificador alemán no es una lucha por la independencia nacional. - No giró en torno a un estado sino a dos: Austria y Prusia, que decidirán con la guerra quién haría la unidad en su favor. - El estado que logra la unidad -Prusia- es mucho más poderoso que el Piamonte. - La intervención exterior no fue tan importante como la francesa en Italia. - La unificación alemana es de matiz conservador y no liberal. La clase social que más hizo por la unidad fueron los junkers (aristócratas terratenientes, sobre todo prusianos). Raíces ideológicas y económicas del nacionalismo alemán Los románticos (Herder) añoran la pasada grandeza del Imperio Germánico. La invasión napoleónica de parte de su territorio acrecienta el sentimiento nacional. Se revalorizan las particularidades germánicas: historia, cultura que incluía mitos y leyendas comunes), lengua (hermanos Grimm), poesía (Heine, Goethe). Pero las razones de más peso son las económicas. Con la división política existían una serie de problemas: - Las aduanas interiores dificultan el desarrollo del comercio y, por tanto, de la industria. - La revolución de los transportes pone más de manifiesto este absurdo. - La competencia inglesa y francesa hace más apremiante la necesidad de la unión si se quiere convertir e estos estados en industrializados. Nace así en 1834 la Unión Aduanera Alemana (Zollverein) bajo la dirección de Prusia, que agrupaba a los estados alemanes amigos de Prusia. Las razones principales de su supremacía son dos: - Poderío económico apoyado en la riqueza hullera, desarrollo de la industria y ferrocarriles. - Tenía un gran ejército, considerado entre los más poderosos de Europa desarrollado durante el reinado de Federico II el grande que por el que se tenía un enorme orgullo. ETAPAS Hasta la primera mitad del siglo XIX, por encima de los 34 principados y 4 ciudades libres que existían en Alemania, había una "Confederación de Estados Alemanes"., presidida por Austria y con una "Dieta Federal" en Francfort. Pero esta organización no tiene un poder efectivo. En 1862 el rey de Prusia Guillermo I nombra primer ministro a Otto Von Bismarck. En en 1863, Bismarck disuelve el Parlamento de Prusia y gobierna despóticamente. La idea principal de Bismarck era que había que excluir a Austria de la futura Alemania, y para ello logra aislarla diplomáticamente y prepara un gran ejército para enfrentarse a Austria en el futuro Entre 1863 y 1865, Bismarck ocupa tres ducados daneses (Guerra de los Ducados) para engrandecer Prusia y embarcar a todos los alemanes en una empresa común. Los prusianos vencen a los austríacos en la batalla de Sadowa (1866). Por la Paz de Praga (1866) Austria cede el Véneto a Italia y varios estados a Prusia. Se suprime la Confederación Germánica y se forma la "Confederación de Alemania del Norte", con parlamento (Reichstag) elegido mediante sufragio universal y con el rey de Prusia como presidente. Existía también el Bundesrat o Consejo Federal. ![]() El pretexto para la guerra con Francia -que Bismarck desea- es la posibilidad de que un alemán ocupe el trono de España .Francia no quiere vivir rodeada por dos reinos cuyos monarcas eran de la misma dinastía. Toda Alemania, incluidos los estados del sur, ayuda a Prusia en su guerra contra Francia. Los franceses son derrotados en Sedán y el propio Napoleón III es hecho prisionero. Por la Paz de Frankfort, Francia tiene que ceder Alsacia y Lorena y pagar 5.000.000.000 de francos de indemnización y la permanencia de tropas alemanas en el norte hasta que se cumpla lo tratado. En Versalles se proclama el II Reich (imperio) alemán, coronándose como monarca a Guillermo I. Se acababa de crear un estado federal integrado por veinticinco Estados con el predominio de Prusia. Cada uno de esos Estados mantenía sus constituciones, gobierno y ciertas atribuciones específicas. Dicha federación estaba dirigida por el gobierno central del Imperio en manos de un Emperador -Kaiser- hereditario: el rey de Prusia, y un canciller -Bismarck-, acompañados de dos asambleas cuyas funciones fundamentales son las relaciones internacionales, las cuestiones militares y el control impositivo. Había nacido uno de los estados más poderosos de Europa por su importante desarrollo económico y por la posesión de uno de los ejércitos más fuertes del mundo. |